El alcalde de Alicante, Miguel Valor (PP) ha tardado quince días en retirar el polémico PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de la ciudad y que, salpicado por el presunto caso de corrupción 'Brugal' ha acabado imputando a la anterior alcaldesa, Sonia Castedo.Esta derogación se ha producido un mes después de la dimisión de Castedo y, según se informa desde el mismo ayuntamiento, “con el apoyo del presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, y tras una posterior reunión con la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig”.
El Ayuntamiento de Alicante asegura que ha tomado esta decisión para “dejar a un lado controversias en torno al Plan General de Ordenación Urbana, gestado hace 14 años, y dar paso a un modelo de ciudad de crecimiento inteligente, sostenible medioambiental y territorialmente, incorporando la Infraestructura Verde y eficiencia energética”, además de que se podrá tramitar de acuerdo con la nueva Ley Urbanística que entró en vigor el pasado 20 de agosto. Así el mismo alcalde ha anunciado que un próximo pleno municipal extraordinario acordará el desistimiento y el inicio de un nuevo Plan.
El alcalde Miguel Valor ha añadido que “todo ello, me parece imprescindible para empezar una nueva etapa llena de ilusiones, para esta gran ciudad que es Alicante”.