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Cientos de personas salen a la calle en Valencia en distintas concentraciones para reivindicar que “el feminismo es esencial frente a la injusticia social”

Cientos de mujeres han salido a las calles este 8 de marzo en distintas concentraciones que se han sucedido durante toda la jornada en varios puntos de la Comunitat Valenciana y de la ciudad de València. El movimiento feminista valenciano ha protagonizado una decena de concentraciones desde el fin de semana para escenificar algunos frentes abiertos: los derechos de las mujeres migrantes, un sistema de cuidados público y digno o una vivienda digna y accesible. Durante todo el lunes se han producido actos reivindicativos en distintos puntos de la ciudad para reclamar un cambio radical de sistema que tenga en cuenta los derechos de todas las mujeres.

La agenda feminista descentralizada arrancaba con una concentración a las 9.30 horas para denunciar la falta de recursos en el padrón municipal de València, que impide a las mujeres migrantes registrarse y optar a protección social. Una hora después, la concentración saltaba a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que exigía un sistema de cuidados “digno y de calidad”, una herramienta básica para que las mujeres reduzcan su doble jornada -la laboral remunerada y el trabajo en el domicilio-. A las 12.30 horas arrancaba la concentración en la Delegación del Gobierno en Valencia, que llevaba por lema “migrar es un derecho humano”.

Para las mujeres migrantes que han acudido a la concentración frente a la Delegación del Gobierno, la pandemia ha contribuido a “agravar las dificultades que teníamos con anterioridad”, y genera una diferencia entre las mujeres que tienen derechos y las que no, las que están fuera del sistema por no tener documentación administrativa o contrato de trabajo. En el caso de las cuidadoras no profesionales, una actividad donde predominan las mujeres migrantes, las que no pueden demostrar una relación laboral critican que quedan fuera del plan de vacunación, quedando tanto ellas como las personas a las que cuidan en riesgo. Además, denuncian, la responsabilidad recae sobre ellas cuando la “irregularidad” la comete el empleador que no realiza contrato. “Como mujeres migrantes tenemos una red propia. La policía para nosotras no es seguridad”, explica Silvana, una de las asistentes a la marcha, que recuerda, junto a Dolores, a todas sus compañeras que no pueden asistir por no tener papeles o estar trabajando en condiciones precarias. “Nosotras ni siquiera podemos hablar de techo de cristal cuando no podemos tener derechos básicos de vida y salud”, reclaman.

Desde las 17 horas se han producido concentraciones simultáneas en la Calle Colón, Benimaclet y Poblats Marítims, donde las integrantes de la Asamblea Feminista han insistido en reivindicar “derechos para todas las mujeres”. Este grito pasa por incluir a las mujeres trans, a las migrantes, a las trabajadoras del campo y a las trabajadoras sexuales, según han enunciado las portavoces del colectivo. La Asamblea ha manifestado “solidaridad con las compañeras madrileñas” a quienes se ha impedido organizar concentraciones en “un intento de criminalizar el movimiento, de demonizarlo”. Las feministas, insisten “no ponemos la vida en riesgo, ponemos la vida en el centro”. “La rabia la convertimos en fuerza colectiva. Ante la emergencia social el feminismo es esencial”, sentencian.

Las olas del feminismo

A las 18 horas, la Coordinadora Feminista de Valenciana arrancaba una performance que recordaba a referentes históricas del feminismo, como Mary Wollstonecraft, una de las primeras pensadoras feministas, autora de Vindicación de los derechos de la mujer; Aleksandra Kollontai, política marxista y revolucionaria feminista; Flora Tristán, pensadora socialista y feminista, o Simone de Beauvoir, filósofa y autora, de entre otras obras, El segundo sexo. Las autoras son algunas referentes de las distintas olas del feminismo, las corrientes y agendas políticas que trabajaron por los derechos de las mujeres.