A finales del pasado mes de enero, la Diputación de Valencia abría un expediente informativo a Carles Recio, un funcionario que desempeñaba el cargo de jefe de una unidad bibliográfica que llevaba diez años cobrando su salario sin presentarse en su puesto de trabajo. Recio, que percibía un salario próximo a los 50.000 euros anuales, acudía a las 7.30 horas a fichar y se marchaba para regresar posteriormente -de 15.30 a 16.00 horas- para volver a fichar a la supuesta finalización de su jornada de trabajo.
Ahora, tal y como ha avanzado el diario Levante-EMV, Recio (protegido del expresidente de la Diputación, el popular Alfonso Rus), siete meses después y una vez finalizada la instrucción interna derivada del expediente disciplinario, las conclusiones de la investigación consideran los hechos como una falta grave continuada -fichar diariamente para impedir que fueran detectados los incumplimientos injustificados de su jornada- y otra muy grave continuada -abandono del servicio-, por lo que proponen el despido del trabajador. Además, se considera que el funcionario ha incumplido los principios de lealtad y buena fe con la Administración.
La salida efectiva de Recio de su cargo en la institución provincial se producirá con la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia en los próximos días.
La instrucción también descarta que se haya producido un caso de 'mobbing', tal y como denuncia Recio respecto de sus jefas. Así mismo, lamentan el descrédito a la imagen pública de la Diputación de Valencia, que se ve afectada en su credibilidad y confianza por parte de los ciudadanos.
Sobre la directora del archivo, María José Gil, también expedientada por haber consentido las ausencias de Recio, no se ha adoptado ninguna decisión hasta el momento, ya que la resolución depende de la que se tomara con el jefe del archivo.