Este martes se cumplen 12 meses de la retirada de la Cruz de los Caídos de Callosa del Segura. Una medida adoptada por el equipo de gobierno (PSOE, IU y Somos) que contó con la oposición de partidos de extrema derecha como Falange y Vox, y también del Partido Popular. Ahora, la formación conservadora ha recordado el primer aniversario y lo ha hecho con una promesa de cara a las elecciones municipales de mayo: si gobiernan, el monumento franquista volverá a la plaza de la iglesia de San Martín.
Según un comunicado emitido por la dirección provincial del PP en Alicante, que dirige José Císcar, el PP comenzará “desde el primer día que tome posesión el equipo de gobierno” a iniciar los trámites para recuperar la Cruz “arrancada por un alcalde irrespetuoso con su pueblo, entre burlas y risas, una noche de triste recuerdo para Callosa”, en alusión al primer edil socialista Fran Maciá. El alcaldable del PP, Manuel Martínez añade que “el Partido Popular siempre ha estado con la protección del patrimonio histórico de Callosa de Segura, que forma parte de nuestra identidad como pueblo, y no debemos permitir que nadie la mancille yendo más allá de la ley”.
A este respecto, Martínez entiende que el gobierno local ha “malinterpretado” la ley de Memoria Histórica porque en otras poblaciones como Alicante “se mantienen monumentos similares transformados por el pueblo en ejemplos de una concordia que actitudes como la del gobierno municipal quiere destruir”. Por ello considera que “si es triste que desde fuera nos digan cómo debemos de ser los callosinos, desde el mismo pueblo quieran acabar con parte de nuestra identidad”.
Después de tachar al regidor socialista de “sectario” por “haber perpetrado un atentado contra el patrimonio histórico-sentimental” del municipio, Martínez afirma que su partido “es el primero que respeta a todo el mundo”. “Por eso es necesario que la Cruz regrese a Callosa como muestra de recuerdo a todos nuestros vecinos y ejemplo permanente de la reconciliación que practicaron nuestros padres y que es necesario que continuemos nosotros para las futuras generaciones de callosinos”.
La Cruz de los Caídos se levantó en la plaza de Callosa en 1942 en homenaje a los 80 callosinos del bando franquista muertos durante la Guerra Civil. Desde que el gobierno local iniciara los trámites para su retirada, vecinos en torno a una plataforma se han posicionado en contra, protagonizando 400 días de custodia del monumento mientras se resolvían los numerosos recursos municipales y legales que ha tenido que sortear el Ayuntamiento.
Además de la oposición vecinal, los partidarios de la Cruz han tenido como aliados a formaciones de extrema derecha. Falange ha frecuentado en los últimos años esta localidad de la provincia de Alicante y dos de sus miembros fueron detenidos durante el día de la retirada por enfrentarse a la policía. Vox también ha hecho acto de presencia y con declaraciones sonadas. Su secretario general, Javier Ortega Smith, afirmó que el monumento “recuerda a personas que fueron fusiladas en una guerra, pero sin odio, con amor”.
Estas polémicas palabras las expresó desde el balcón de Teresa Agulló, una anciana que tras la retirada del monolito estuvo semanas proyectando todas las noches con una potente luz la imagen de la cruz en la fachada de la iglesia. A este incidente hubo que sumar otros, como las pintadas también con la imagen de la cruz que aparecieron en las fachadas de varios concejales, la querella de la asociación Abogados Cristianos contra el edil de Esquerra Unida Ismael Ballester por afirmar que eran de “extrema derecha”, o las amenazas de muerte al alcalde por parte de dos partidarios de la Cruz, que se sentarán en el banquillo de los acusados el próximo 26 de febrero.