El PP valenciano respalda al candidato de Pablo Casado con el 95% de los votos

Laura Martínez

4 de junio de 2021 22:30 h

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Carlos Mazón (Alicante, 1974) fue bendecido por la dirección de Pablo Casado para ser el próximo dirigente del PP de la Comunitat Valenciana y este viernes lo ha sido por la militancia. El presidente de la Diputación de Alicante, el último bastión popular en la Comunitat Valenciana, ha obtenido el respaldo del 95% de la militancia que ha participado en el segundo experimento de primarias en la formación valenciana, a falta del escrutinio completo. Mazón ha obtenido un total de 6.679 (95,55%) votos de los 6.990 emitidos mientras que el candidato José Vicente Anaya ha recogido un total de 283 votos (4,05%). Su antecesora, la defenestrada Isabel Bonig, intentó normalizar la democracia interna en el partido y concurrió a un proceso similar, aunque su único rival se retiró en las horas previas a la votación.

Aunque antes incluso de comenzar el proceso Mazón había sido el elegido, los populares valencianos se jugaban varias cartas en este proceso: una victoria por aclamación, con alfombra roja, del modelo de Pablo Casado, o el manifiesto de la discrepancia interna; poner cifras reales a los militantes dispuestos a participar y a apoyar económicamente a un partido que ha ido perdiendo representación en favor de la extrema derecha, dejando los números al desnudo; o la verdadera influencia del expresidente Francisco Camps, que intenta resucitar tras años en el laberinto de los tribunales.

El alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, apoyado por Camps, no ha conseguido arrebatarle demasiados votos, pero sí mostrar las costuras de la formación conservadora, que alardeaba de superar los 100.000 afiliados en la década pasada. Al concluir la presentación de avales, Mazón exhibió más de 12.000 respaldos –frente a los 200 de Anaya– para auparse a la dirección nacional. Dos semanas después se rebajaron los inscritos hasta los 7.800.

El alicantino plantea las primarias en el partido como prólogo para las elecciones autonómicas, deslizando incluso que el presidente socialista Ximo Puig prepara un adelanto electoral. Su proyecto es el de un PP “libre, claro y sin hipotecas que mira al futuro” y que pretende ocupar “un gran espacio central” y “abrir los brazos a otras sensibilidades” para recuperar a los votantes que se fueron a Ciudadanos y Vox. Con el desgaste de los naranjas y la fuga de parlamentarios que conoce bien, como Emilio Argüeso, Mazón tiene la oportunidad de ensanchar la bancada en la próxima legislatura.

Mazón cuenta con el respaldo del alcalde de Alicante, Luis Barcala; la portavoz en Valencia, María José Catalá, y diputados nacionales como Salomé Pradas o Macarena Montesinos, que le han arropado durante su campaña.

Los viejos discursos del PP

Criado políticamente bajo las faldas de Eduardo Zaplama, el presidente de la Diputación de Alicante se aferra discursivamente a las promesas que valieron al PP valenciano las mayorías absolutas. Reivindica el legado de Rita Barberá -a la que su portavoz valenciana ha intentado, sin éxito, nombrar alcaldesa honorífica de València-, el trasvase Tajo-Sejura -la eterna guerra del agua-, agita el fantasma del catalanismo y la sumisión de Valencia a Barcelona y enarbola la política fiscal que beneficia a las grandes fortunas.

Una sombra en la Diputación

El dirigente alicantino tiene pendiente enfrentarse a una denuncia por prevaricación y malversación en los tribunales. El grupo Compromís en la Diputación de Alicante ha presentado diversos escritos en Fiscalía y el Tribunal de Cuentas por el trasvase de casi medio millón de euros de la cuenta de la corporación provincial al partido entre 2015 y 2018. La Fiscalía abrió una investigación el pasado noviembre por el vaciado de la cuenta del grupo 'popular' en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) coincidiendo con la salida de José Joaquín Ripoll de la presidencia de la Diputación de Alicante, acosado por el caso Brugal. La cuenta, según los extractos bancarios publicados por elDiario.es, tenía un saldo de 65.011 euros, que pasó a ser de 31,99 euros tras el cobro de dos cheques en otras entidades bancarias. Además, los valencianistas han denunciado que 446.000 euros transferidos a cuentas del PP no han sido justificados con las correspondientes facturas.