PSPV y Compromís exigen que la consellera de Hacienda explique las consecuencias del rechazo del PP al objetivo de déficit

Los grupos parlamentarios del PSPV y Compromís registran una petición de comparecencia de la consellera de Hacienda, Ruth Merino, para que explique el camino a seguir después de que el PP tumbara los objetivos de déficit del Gobierno central. La mayoría de los conservadores en el Senado volvió a rechazar la senda de déficit planteada por el Ejecutivo, que daba a las comunidades autónomas un margen de endeudamiento del 0,1% de su PIB para este año. La consecuencia directa del rechazo es que ese margen regresa al punto cero, lo que reduce la capacidad financiera de la administración autonómica.

En el caso valenciano, el desajuste es aún mayor, dado que la Generalitat elaboró sus presupuestos contando con un margen del 0,3%. En concreto, son cerca de 430 millones de euros con los que la hacienda autonómica no podrá contar para sus políticas públicas. La Generalitat argumentó en su momento que desconocía el margen autorizado y trabajaba con las previsiones de la autoridad fiscal independiente Airef, y posteriormente se opuso al objetivo planteado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde apuntó que era una decisión injusta.

En concreto, Compromís quiere que Merino explique “qué solución piensa aplicar el Consell al recorte en la capacidad de gasto de la Generalitat” y “en qué tiene previsto Hacienda recortar”. La portavoz adjunta, Aitana Mas, ha planteado en un comunicado “con qué semblante va a exigir Carlos Mazón al Estado una financiación justa sino es capaz ni de exigirle a su propio partido que no condene a la Generalitat a disponer de 400 millones menos para políticas públicas”.

Por su parte, los socialistas preguntan qué piensa hacer el Consell ante el recorte de capacidad de gasto de la Generalitat. “Con su voto en contra, el PP está condenando a los valencianos a un recorte de 432 millones de euros”, señala el partido, que lleva meses insistiendo en que el Gobierno del PP y Vox ha hinchado las cuentas públicas y esconde recortes en sus primeros presupuestos.