El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha insistido este martes que su posición sobre una candidatura conjunta al Senado con Compromís y Podemos para el 26J ha sido “clara y evidente” durante todo el proceso hasta que Ferraz rechazó la opción, y ha considerado que la labor pedagógica “no acaba nunca”.
Así lo ha indicado Puig al ser preguntado por si considera que hay que seguir haciendo “pedagogía” después de que el PSOE haya permitido “pactos puntuales” con Podemos y, sin embargo, rechazara el pacto que el president proponía para el Senado con Podemos y Compromís.
Al respecto, Puig ha recalcado que estas cuestiones “las tiene que explicar quienes toman las decisiones”. “Mi posición ha sido clara y evidente en todo este proceso y creo que efectivamente la labor pedagógica no acaba nunca”, ha zanjado.
La ejecutiva nacional de los socialistas valencianos aprobó el pasado martes una resolución para negociar un posible acuerdo con Compromís y Podemos en el Senado de cara a las próximas elecciones generales del 26 de junio.
En concreto, el documento hacía referencia a la propuesta para que “desde la autonomía de cada partido político, el espíritu de diálogo y entendimiento, pero también desde el convencimiento de que la situación de la Comunitat Valenciana lo necesita”, se negociara “con Compromís y Podemos para alcanzar un acuerdo en el Senado de cara a las próximas elecciones generales del 26 de junio”.
Así, el texto instaba a configurar “un 'Acord Valencià' en el Senado, que es la cámara territorial, donde de forma conjunta podamos defender la viabilidad de nuestro autogobierno y el futuro de la Comunitat Valenciana. Un Acord Valencià que contribuya a desplazar al PP”.
No obstante, un día después de la aprobación de la resolución de los socialistas valencianos, el portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, rechazó este posible acuerdo y señaló que los pactos del partido con otras fuerzas de ámbito estatal son competencia del Comité Federal, que se reúne este sábado.
Tras estas afirmaciones, Puig defendió la propuesta de pacto al Senado con Compromís y Podemos como “clara y razonada” y negó que su postura fuera “una rebelión” o “pulso” a la dirección nacional del PSOE.
Sin embargo, la dirección nacional del PSOE rechazó definitivamente esta candidatura.