La noria más grande de Europa que aspira a tener Madrid y que fue descartada por el Ayuntamiento de València no encajaba en el proyecto de la Marina donde la empresa Circular View la había proyectado. Según el propio director de estrategia de la Marina, Ramon Marrades, este proyecto reclamaba un planteamiento urbanístico 'ad-hoc' que no aceptaba el Ayuntamiento valenciano.
Uno de los aspectos negativos señalados para no asumir el proyecto era la privatización del espacio público donde se iba a instalar esta noria de unos 120 metros. Además, la financiación del proyecto estaba en el aire, ya que, según fuentes municipales, la captación de inversiones en el proyecto estaba supeditada a la aprobación en el emplazamiento exigido por los promotores.
En un documento municipal redactado en el mes de diciembre de 2019 se señalaban otros problemas detectados en relación con el proyecto. Entre estos problemas estaba la insostenibilidad del transporte hacia La Marina, que chocaba con el objetivo de reducir la presión de los vehículos privados en el recinto. “La carga de vehículos que la noria prevé introducir desequilibra por completo el esquema”, se indicó.
Sobre la ocupación del espacio público que suponía la noria, se señala que ahora existen los Jardines de la Pérgola que “están llamados a ser la principal zona verde de La Marina”. Sin embargo, “la noria es una construcción de proporciones pesadas, con un área de influencia grande sobre el espacio peatonal, que no contribuye al propósito de generar un espacio amable y de escala humana”.
En cuanto al “valor simbólico” que podía ofrecer la noria gigante se consideró que contrariaba la intención de “equilibrar la imagen de La Marina poniendo particular esfuerzo en dar visibilidad al patrimonio histórico (Tinglados) y relacionarlo con los espacios modernos reimaginados (La Base)”. Por eso se entiende que “una construcción que discute el protagonismo incluso del edificio Veles e Vents juega a la contra de la idea de La Marina como espacio hecho de diversidad que se quiere transmitir”.
Finalmente, respecto al impacto sobre el turismo, en el mismo documento se afirmaba que se quiere generar con la Marina “una experiencia de conjunto”, y que “generar un hito turístico de gran envergadura, que centralice un volumen importantísimo de los usos, no encaja con la voluntad de presentar la Marina como un espacio público de disfrute cotidiano y un escenario compuesto por multitud de acontecimientos de pequeña escala”.