La secretaria autonómica de Cultura de la Generalitat Valenciana, Paula Añó, cobra una indemnización por residir en Valencia pero viaja desde Barcelona. La alto cargo recibe 9.200 euros anuales como compensación por el cambio de residencia habitual que comporta, una cuantía regulada en las leyes de presupuestos autonómicos. Pese a percibir la contrapartida económica, reside entre ambas ciudades, tributa en Barcelona -donde en el segundo trimestre de 2023 seguía empadronada- y realiza los viajes oficiales desde allí.
El portal de transparencia del Gobierno valenciano, donde se publican los viajes de los altos cargos, recoge que la número dos de la conselleria de Vicente Barrera realiza la mayoría de sus desplazamientos institucionales desde o de vuelta a Barcelona, ciudad a la que se mudó hace 15 años.
De los 14 viajes que se han publicado en lo que va de legislatura la secretaria autonómica nombrada por Vox, solo se señala el lugar de origen y regreso en la mitad. De los siete restantes, cinco han tenido la salida o la vuelta desde Barcelona, tanto en los extremos de la semana como a mediados, desplazamientos nacionales o a Bruselas, que es el principal destino al que viaja por reuniones del grupo de trabajo audiovisual de la UE.
Es el caso de un viaje a Bruselas el pasado 4 y 5 de febrero -domingo y lunes-; un viaje a Asturias con salida desde Barcelona (miércoles) y regreso a Valencia el día siguiente; otro viaje a Bruselas del 18 al 20 de marzo (lunes a miércoles) con salida y retorno a Barcelona; una salida nuevamente a Bruselas del 3 al 7 de abril (de miércoles a domingo), con ida y regreso desde Barcelona y un viaje a Madrid el 15 de abril (lunes) con salida de Valencia y regreso a Barcelona;
Desde el departamento que dirige Vicente Barrera indican que sus hijos, menores de edad, residen en la capital catalana, y alegan que la secretaria autonómica cumple con sus funciones y vive a caballo entre Valencia y Barcelona. Valenciana de nacimiento, fue precisamente en la ciudad condal donde se fue acercando a la política y fue labrándose un perfil anti-independentista, del que hace una férrea defensa en el Gobierno valenciano.
Esta semana, la responsable de instituciones culturales como el Consorci de Museus o el Institut Valencià de Cultura, afirmaba en una entrevista en À Punt, que “no habrá ni un euro para subvencionar el nacionalismo y el independentismo, que es una ideología inconstitucional”, y defendió la eliminación de ayudas al Institut Ramon Llull y otras organizaciones culturales. Antes de eso, la secretaria autonómica pidió impulsar foros de reflexión, reiniciar una conversación razonada y cargó contra “la izquierda woke” que “ha echado a un lado lo que son las razones para fijarse en lo identitario”, y habló de “autores cancelados” como Plácido Domingo.
En la entrevista en la televisión pública, el periodista de El Temps Víctor Maceda le pregunta a la responsable de Cultura si sigue viviendo y tributando en Barcelona. Añó responde: “¿Y? Soy una española que trabajo en mi país. ¿Cuál es el problema de que una española, valenciana, viva en un sitio y trabaje en otro? Esto se llama globalización”.