El debate sobre si Valencia debe dedicar o no una calle o una plaza a la exalcaldesa Rita Barbera, fallecida el pasado miércoles 23 de noviembre en un hotel en Madrid víctima de un infarto, ha llegado a la red. Concretamente a la plataforma change.org, donde se han iniciado sendas campañas de recogida de firmas -una a favor y otra en contra-.
De este modo, el pasado jueves 24, se lanzaba una campaña -dirigida al ayuntamiento de Valencia y a la Generalitat Valenciana- a través de la cual solicitan una calle principal o una plaza dedicada a la exalcaldesa y a su trayectoria, “por los 24 años de dedicación a Valencia y a los valencianos. Por todo el trabajo, empeño, amor y admiración que, durante toda su carrera política ha dedicado a la ciudad de Valencia”. La iniciativa, hasta el momento, lleva poco más de 10.000 adhesiones.
Por el contrario, el viernes 25, se ponía en marcha otra campaña en sentido contrario que, por ahora, lleva acumulados más apoyos pese a llevar menos tiempo (más de 11.600 firmantes). En esta ocasión, su promotora solicita “impedir que algo en Valencia lleve el nombre de Rita Barberá”, ya que considera “injusto” ponerle su nombre “a cualquier calle, avenida, parque, plaza, puente o aeropuerto de Valencia”.
La solicitud explica que se puede honrar la memoria de la que fue senadora “sin necesidad de faltar el respeto a todas esas personas a las que Rita Barberá hizo tanto daño durante sus 24 años como alcaldesa de Valencia”. En este sentido, hace referencia la petición a los familiares de las víctimas del metro, “de los que Rita Barberá se burló públicamente”, a los vecinos del barrio del Cabanyal, “a los que Rita Barberá quiso destruir sus casas para ampliar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar”, a los extrabajadores de RTVV “que se quedaron en la calle”, y también “a todos esos niños que se ven obligados a estudiar en barracones porque no tienen colegios”.
Prosigue el texto asegurando que Barberá no fue una buena alcaldesa, “puede que hiciera cosas buenas por la ciudad, pero también hizo muchas cosas malas por las personas que vivimos en ella”. “Ya basta de santificar a alguien cuando se muere. La muerte no te hace buena persona”, explica la promotora, quien considera que sería “muy injusto que algún elemento llevara el nombre de Rita Barberá en su honor”. “El honor y el respeto es algo que hay que ganarse, y ella hizo muchas cosas durante 24 años para no merecerlo”, concluye.