Las prácticas médicas que se realicen durante el embarazo o el parto sin consentimiento ni información a las mujeres tendrán la consideración de violencia machista en la Comunitat Valenciana. Los partidos que componen el Pacto del Botánico, PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem-Esquerra Unida, han presentado una modificación de la ley integral contra la violencia sobre la mujer en el ámbito de la Comunitat Valenciana para incorporar la violencia obstétrica al marco legal.
La mayoría progresista de la Cámara ha presentado una enmienda a la Ley de Acompañamiento a los presupuestos de 2022, que modificará la citada norma, para incorporar prácticas como las episiotomías, un corte en la vagina desaconsejado por la Organización Mundial de la Salud y que se practican en una tercera parte de las mujeres que dan a luz en España. En concreto, el texto de adición pactado establece que se añada al articulado de la norma la violencia obstétrica como “aquella que sin el consentimiento libre, previo e informado, en el marco de la definición de la Organización Mundial de la Salud, sufren las mujeres durante el embarazo o el parto al recibir un maltrato físico, humillación y abuso verbal, o procedimientos médicos coercitivos o no consentidos”.
La modificación legislativa implica considerar estas prácticas médicas en el mismo marco que la violencia física, psicológica y sexual, la violencia económica o la mutilación genital. La ley valenciana, elaborada en 2012, define la violencia contra la mujer como “todo comportamiento de acción u omisión por el que un hombre inflige a la mujer daños físicos, sexuales, psicológicos y/o económicos basados en la pertenencia de esta al sexo femenino, como resultado de la situación de desigualdad y de las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres; así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.
En los últimos años las mujeres y colectivos profesionales han alzado la voz contra prácticas que se han convertido en rutinarias pese a que los organismos internacionales las indican como extraordinarias. Los cortes genitales pueden provocar molestias físicas como incontinencia y dolor crónico y psicológicas, como el estrés postraumático. La reforma de la Ley del Aborto en la que trabaja el Ministerio de Igualdad incluirá la violencia obstétrica como un tipo de violencia contra las mujeres.