El portavoz socialista en las Corts Valencianes, Manolo Mata, gran amante de los thrillers judiciales en la ficción y en la realidad, ha aceptado ejercer la co-defensa junto con el letrado Miguel Vergara del empresario Jaime Febrer, en prisión provisional e imputado en el 'caso Azud' sobre la corrupción urbanística en Valencia, una investigación que permanece bajo secreto de sumario y por la que también fue detenido su compañero de partido, el subdelegado del Gobierno Rafa Rubio. Mata se ha metido en un jardín que, según ha dicho, no afecta a su actividad como portavoz parlamentario. “Llevo 40 años siendo socialista y abogado, no sé muy bien en qué orden”, ha afirmado el dirigente socialista.
“Nadie puede pensar que cuando yo tomo la decisión no pienso que esto no va a ser un lío”, ha reconocido el político y penalista, que también ejerce la defensa de dos procesados en el 'Caso Alquería'. A nadie se le escapa que la detención de Rubio (y la imputación del extesorero socialista Josep Maria Cataluña y del abogado José Luis Vera) afecta profundamente a las alcantarillas del PSPV-PSOE en el marco de una causa aún bajo secreto de sumario pero que apunta a una suerte de Tangentopoli a la valenciana.
Sin embargo, Mata ha insistido en que se trata de una decisión puramente profesional y personal y que, en ningún caso, responde a órdenes de su partido. “Por supuesto, en un pleito profesional mío no voy a molestar nunca al presidente Ximo Puig, creo que tiene otros problemas de los que ocuparse”, ha indicado en una explosiva comparecencia tras la reunión de la Junta de Síndics de las Corts Valencianes.
El portavoz del PSPV-PSOE en la cámara autonómica visitó recientemente en la prisión de Picassent al empresario Jaime Febrer. “La verdad es que me puede más a veces la faceta de abogado y en esta intriga fui a conocer a Febrer porque creo que quien tiene que estar seguro cuando contrata a un abogado es quien lo contrata”, ha dicho el portavoz Mata en referencia a la visita del letrado Manolo.
El dirigente socialista ha defendido el papel del abogado defensor en el sistema penal español: “El ser abogado y político, al principio de la democracia, era fenomenal. Era una maravilla, Pablo Castellano [abogado y político socialista] llevaba pleitos contra Ruiz Gallardón hijo, Txema Montero [letrado y político de Herri Batasuna] llevaba pleitos. Ahora parece que sea una cosa flipante”. “Creo que mis límites en ese procedimiento estarán siempre en no poner en riesgo la defensa de la persona que me encomienda su defensa y, a partir de ahí, todo lo demás”, añade. “Creo que es legal, creo que es ético garantizar el mejor derecho de defensa e incluso es estético. Pero todo es opinable”, declara el político socialista.
Mata también ha negado que acudiera al Centro Penitenciario Antonio Asunción en busca de información sensible para el partido. “Es prácticamente inviable la comunicación y sería un disparate para un abogado que fuera ahí a preguntar sobre un procedimiento que es secreto”, explica. “Las teorías estas conspiranoicas de que yo voy a sacar información son absurdas, si la información la tendrán ustedes incluso antes que los abogados del pleito”, ha espetado a los periodistas. Las informaciones sobre el caso, actualmente bajo secreto de sumario, “sólo pueden provenir o de la Fiscalía o de la UCO”, ha deslizado de paso.
El portavoz socialista, conocido por su rica capacidad dialéctica en sede parlamentaria y en sede judicial, ha recordado que fue abogado del exalcalde de su partido en Zarra al mismo tiempo que votó en la Ejecutiva del PSPV-PSOE su expulsión. La polémica decisión ha sido, dice Mata, ajena a la formación: “Nunca consulto nada que es una decisión personal porque además esta no es una cuestión de partido”, ha dicho Mata en referencia a un caso en el que figuran como imputados todo un subdelegado del Gobierno, un abogado históricamente vinculado al PSPV-PSOE y hasta el extesorero.
Para rizar aún más el rizo, la cámara autonómica prepara una comisión de investigación, aprobada por unanimidad, sobre el 'caso Azud' (pese a encontrarse bajo secreto de sumario). “En la comisión de Azud yo no seré el portavoz de mi partido, no tendría demasiado sentido”, ha anunciado Mata, quien ha asegurado que comparecerá si se aprueba aunque “evidentemente no podré revelar el secreto profesional”.
La comparecencia, una de las más entretenidas que se recuerdan en los últimos tiempos en las Corts Valencianes, ha servido al portavoz socialista para dejar caer varias claves de la defensa jurídica de su cliente y más allá. “Es imposible que yo vaya a obtener una información de una supuesta financiación ilegal del Partido Socialista en una época en que ese delito no existía”.
La financiación ilegal del bipartidismo, en el marco de un caso sobre corrupción urbanística durante la burbuja inmobiliaria, sobrevuela todo el asunto. Aunque Mata hablaba ante los periodistas que cubrían la rueda de prensa, bien podría haberse tratado de una vista oral ante un Tribunal del Jurado. “Puede que se esté investigando y será muy aleccionador que se investigue porque el delito de financiación ilegal no existía en el año 2006. No existía, se admitían las donaciones, otra cosa es que se admitan cohechos. Y además es una época en la que el PSPV estaba expulsado de todas las administraciones. Estamos hablando de una época en que solo pueden tomar decisiones los cargos públicos que están en el Gobierno. Los tomaban los del PP en el Ayuntamiento de Valencia y, además, no se habla de la Generalitat. Nadie en la oposición puede tomar decisiones trascedentes. Pueden apoyar lo que otros hacen u oponerse a lo que otros proponen”.
No hay más preguntas señoría. El ex subdelegado del Gobierno en Valencia, Rafa Rubio, era concejal de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia en la época investigada. “A mi partido no le afecta. Y, si eso fuera así, me hubiera encantado defender a mi partido pero uno trabaja para quien le contrata y en este momento tengo una oferta de Febrer”, ha abundado. Además, en opinión de Mata, el PSPV-PSOE “no puede ser imputado por una razón: los partidos pueden ser imputados [por financiación ilegal], y alguno ha sido condenado [en referencia al PP], desde una modificación [legislativa] del 2015 y no se está investigando nada del 2015” en el 'caso Azud'. El letrado y político (o político y letrado) ha aludido también a la “prescripción de muchos delitos” que se investigan en la causa.
Manolo Mata renunció a la exclusividad en la cámara autonómica para impulsar el despacho que comparte con su esposa. La única limitación que le impone la ley es no acusar o defender en asuntos que afecten a la Generalitat Valenciana. El 'caso Azud', asegura Mata es “apasionante jurídicamente” y “un tema en el que me gusta estar”. “Probablemente esto dure más que toda la etapa que estoy de diputado aquí”, ha advertido.
“Si algún día en la balanza tengo que elegir entre ser una cosa u otra, seguramente elegiré ser abogado”, concluye Mata. Better call Manolo.