El transportista investigado patrocinó una de las exposiciones del IVAM
Desde su llegada al Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), Consuelo Císcar optó por contratar de forma reiterada a varias empresas del mismo dueño el transporte de las obras y los viajes que realizaba la exdirectora del museo. Si llevar las piezas de un lugar a otro era cosa del duopolio Logística del Arte, S. L. y Valtrans, S.L., los desplazamientos eran cosa de Viajes Sakvitur SL. Todas estas empresas son propiedad Enrique Martínez Murillo. Y dichas contrataciones están bajo sospecha en la causa que investiga los supuestos desmanes en el IVAM.
Según las actas del consejo rector del museo a las que ha tenido acceso eldiario.es, la agencia de viajes que organizó la mayoría de trayectos durante la etapa de Císcar en el IVAM patrocinó una exposición en 2008. Se trata de la muestra 'Arte y deporte. Intinerancia', de 2008, a la que también contribuyó con 8.310,59 euros el Grupo Cano Automo, según dicha acta.
El patrocinio se aprobó sin preguntas por un consejo rector formado por Císcar, Rafa Miró, Ricardo Bellveser, Tomàs Llorens, José María Lozano, Felipe Garín, Francisco Calvo y Juan Carlos Lledó, que estaba como técnico. Ni la consellera de cultura Trini Miró ni los vocales Carlos Alberto Precioso, Luis Lobón, Paz Olmos y Ángel Kalenberg estuvieron presentes en aquellas reunión.
Sin oposición a las compras a Gao Ping
Sin oposición a las compras a Gao PingEse mismo año en el Consejo Rector del IVAM aprobó la compra de 61 fotografías al supuesto capo de la mafia china, Gao Ping, investigado por blanquear presuntamente dinero a través de obras de arte. Según el acta, nadie dijo nada acerca de esa adquisición. Ese día estaban presentes Císcar, Precioso, Lobón, Miró, Olmos, Garín, Román de la Calle, Llorens y Kalenberg. Ni Bellveser ni Calvo acudieron. El documento oficial no refleja si la consellera de Cultura acudió al consejo.
Caturla aprobó las primeras obras a Rueda
Caturla aprobó las primeras obras a RuedaTambién sin críticas y por unanimidad se aprobó la primera adquisición de la era Císcar de una obra de Gerardo Rueda. Se trataba de la pieza 'Gran Relieve', que tuvo un coste de 360.000 euros, según el acta. Entre los que aprobaron dicha compra se encuentra Máximo Caturla, uno de los presuntos cabecillas de la 'operación Taula' y que entonces ocupaba el cargo de secretario autonómico. A las obras compradas al hijo de Rueda se les cuestiona su autenticidad por parte del conservador del IVAM y su precio en el Informe de la Intervención General de la Generalitat Valenciana.