El Senado no considera pertinente que se den explicaciones sobre las compras de delicatessen o noches de hotel de lujo pagadas con dinero público en las que se incurrió desde la la Generalitat en el mandato de Alberto Fabra. El expresidente, tras la derrota del PP en las elecciones autonómicas de mayo, abandonó el parlamento valenciano al ser elegido senador a propuesta de su partido.
Otro senador valenciano, Carles Mulet, de Compromís, ha querido preguntar al gobierno español su opinión sobre algunos gastos de Presidencia de la Generalitat. Por ejemplo, las compras de “tomillo, fideos, chocolate, 170 gramos de chorizo de cantimpalos, o arreglo de cocido” y otras facturas que suman “casi 3.000 euros en compras de alimentación doméstica”. También sobre “diversas pernoctaciones en hoteles de lujo” que, como las compras de alimentos, fueron validadas por Esther Pastor, la mano derecha de Fabra.
Mulet lanzaba una pregunta más bien retórica. “¿Sintió algún tipo de rubor algún miembro del Gobierno al ser sabedor de estos gastos?” No será contestada, ya que el senado no la ha admitido a trámite. Según el reglamento de la cámara, “las preguntas son iniciativas de control que pueden utilizar los parlamentarios para interrogar al Gobierno sobre cuestiones de su competencia”.
Fabra cobrará algo menos de 6.000 euros al mes por su trabajo en el senado, donde es vicepresidente de una comisión.