El pasado miércoles era asesinada en la localidad valenciana de Alzira Raquel, una mujer de 58 años, a manos de su expareja, un policía jubilado del que se había separado después de doce años y que se suicidó después de matar a Raquel. Este viernes, el Ministerio de Igualdad confirmaba este caso como un nuevo crimen machista, la víctima número 40 en lo que va de año y la 1.224 desde que empezaron a contabilizarse en 2003.
Si el jueves se produjeron concentraciones de repulsa en las localidades de Alzira, donde se produjo el asesinato, y Carcaixent, de dónde era natural Raquel, este viernes se han producido este tipo de concentraciones en otros puntos, como el Ayuntamiento de València, la sede de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, las Corts Valencianes o el Palau de la Generalitat.
Y tal y como sucedió el pasado mes de junio, cuando se produjo el último asesinato machista en la Comunitat Valenciana -en aquella ocasión en la localidad valenciana de Antella-, la presidenta de las Corts, la ultraderechista Llanos Massó, al igual que han hecho el resto de representantes de Vox, se ha apartado del resto de grupos parlamentarios (PP, PSPV y Compromís), que han guardado un minuto de silencio detrás de una pancarta en la que se podía leer “Las Corts contra la violencia machista”.
La convocatoria de la Presidencia de las Corts tenía como motivo guardar un minuto de silencio “para condenar el asesinato de una mujer a manos de su marido” en Alzira, pero no para condenar un caso de violencia machista, como le ha reprochado el PSPV-PSOE, que ha acusado a la presidenta de la Cámara de incumplir el pacto contra la violencia de género.
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha presidido el minuto de silencio que se ha guardado a las puertas del Palau del Temple, sede de la Delegación del Gobierno, en repulsa por el asesinato de Raquel, “otro asesinato machista en la Comunitat Valenciana, un asesinato que hay que denunciar y abordar como lo que es: la lacra social que está matando a las mujeres por el hecho de serlo”.
La delegada ha subrayado que “está siendo un agosto duro y cruel con las mujeres” y, por ello, desde todas las Administraciones “se tiene que trabajar en el desarrollo y cumplimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género que es la herramienta fundamental de coordinación”. Bernabé ha añadido que “desde la Delegación del Gobierno se va a estar vigilantes para que todos los municipios cumplan con el Pacto de Estado porque hemos recibido noticias de ayuntamientos que han retirado cartelería e información vinculada con el asesoramiento a las mujeres para la lucha contra la violencia de género”.
Bernabé ha recordado que los consistorios reciben subvenciones para el desarrollo de políticas de lucha contra la violencia machista “por ello, vamos a estar vigilantes de su incumplimiento”, ha reiterado