La periodista Cristina Fallarás llevará su 'altavoz' a las zonas rurales para aflorar el relato “robado” de víctimas de violencia machista y sexual
La periodista Cristina Fallarás y el colectivo Acción Comadres, que ha fundado junto a la juez Victoria Rosell y la actriz María Botto, entre otras mujeres, llevará su altavoz a zonas rurales de España para seguir aflorando el relato “robado” a las víctimas de la violencia machista y sexual.
Así lo ha anunciado este lunes en una rueda de prensa en la que ha presentado su libro de testimonios de víctimas de violencia sexual No publiques mi nombre, acto en el que también ha avanzado que habrá un documental sobre este asunto, y en el que “el vete a comisaría a denunciar es una forma de silenciar a las mujeres”.
Una afirmación que sustenta el “hecho objetivo” de que sólo el 8 % de las mujeres que han sido víctima de un acto de violencia sexual ha acudido a un juzgado, ha recalcado la magistrada de la Audiencia de Las Palmas y exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, quien ha estimado que esta realidad demuestra que la Justicia no ha estado a la altura“ de estas perjudicadas.
Además de plantear que el prejuicio de incredulidad al que se somete a mujeres y la infancia víctima de este tipo de violencia es muy superior a la duda que se cierne sobre quien denuncia haber sido abusado sexualmente por un miembro de la Iglesia, la exdelegada del Gobierno se ha preguntado “cómo somos capaces de pensar que se equivoca de puerta el 92 % de las mujeres” que han sufrido violencia sexual y no han acudido a la Justicia para denunciarlo.
Tanto ella como Fallarás y la activista feminista Zinnia Quirós, han recalcado que esto ocurre porque, en la mayoría de los casos, “por temor al agresor y a no ser creídas”, además de por vergüenza, por no darle importancia en su momento (y luego descubrir, a través de estos testimonios anónimos que fue una víctima) o por ser menor de edad.
La autora de este libro ha asegurado que con esta recopilación de testimonios que ha recibido a través de sus redes sociales pretende promover “un necesario archivo de la memoria”, a lo que ha contribuido, ha dicho, tanto el movimiento del Me too como y la aprobación en España “de la ley del sólo sí es sí, que puso el consentimiento en el centro y dio pie a que saliera a la luz el caso (Luis) Rubiales” (el beso no consentido en la boca a la jugadora de la selección Jénnifer Hermoso).
“Por primera vez en la Historia de la Humanidad las mujeres están contando lo que les pasa. El libro muestra un abanico enorme de víctimas”, ha referido Fallarás, quien ha asegurado que cuando quiso que la Administración pública tuviera todos los archivos que le habían hecho llegar a su cuenta de Instagram, que le cerraron por primera vez en marzo de este año, la exministra española de Justicia, Pilar Llop, “no los quiso”.
La publicación que la periodista presenta esta tarde en el teatro CICCA, que incluye entre 1.500 y 1.700 de testimonios “aleatorios y sin ordenar” que le han hecho llegar unas 800 mujeres, “no tiene ánimo punitivo y es para que la lean los hombres y la sociedad lo sepa, para que se conserve y se estudie en las universidades, son agresiones sexuales ocurridas en la infancia o la actualidad y en el ámbito de la familia, en entornos médicos y clínicos a adultas y niñas y también son violaciones a mujeres ebrias”, además de varios relatos de “sumisión química”.
Cristina Fallarás ha asegurado que los derechos de autor que genere este libro los gestionará Acción Comadres para financiar nuevas acciones que ayuden a llevar al ámbito público estos relatos, ya que generan valiosos mecanismos de identificación.
“Lo que les molesta es que contemos con detalle lo que nos hacen, que nos defendamos y protejamos contra la violencia machista, un proceso judicial sigue poniendo el foco en la agredida”, como se ha demostrado con el caso Errejón, ha dicho Zinnia Quirós, al tiempo que Fallarás se ha rebelado contra la “infantilización de la voz de la mujer, como si fuera subsidiaria a la del hombre” y ha advertido de que el movimiento que lideran las mujeres “no hay quien lo pare, máqs que con violencia”.
La periodista ha resaltado que hace lo que hace porque en el activimismo que profesa, convencida de que es el que “salvará a las mujeres, cada quien tiene su papel y el de ella es crear canales de comunicación.
Respecto al caso Errejón, Cristina Fallarás ha manifestado que ha sido la primera vez que los relatos que le llegan propician que se sepa públicamente a quién se denuncia como agresor, algo que ni ella sabía ni dijo quien lo acusaba, lo que, a su juicio, “demuestra que es un método eficaz” el de publicar en las redes sociales “testimonios que son irrefutables” porque los avalan muchas mujeres, que “son más fuertes porque están juntas”.
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