La portada de mañana
Acceder
Murcia, tras el escándalo de explotación sexual de niñas: radiografía de un bochorno
ANÁLISIS | No, España no ha impuesto un embargo formal de armas a Israel
OPINIÓN | El 'pujolismo' en Madrid, por Enric González

El presidente valenciano renuncia en su programa a exigir al Gobierno la quita de la deuda histórica

Laura Martínez

0

La condonación de la deuda histórica valenciana, derivada de la infrafinanciación, queda totalmente diluida de las prioridades de la Generalitat Valenciana gobernada por el PP. El presidente del Consell, Carlos Mazón, expuso este miércoles su programa de gobierno anual en el debate de política general, la cita que fija las líneas base de un ejercicio parlamentario, donde apenas se contempla esta reivindicación que comparten los partidos de izquierdas, la patronal y los sindicatos -agrupados en una plataforma por la financiación-.

Mazón, especialmente insistente con la reforma del modelo de financiación, deja de lado la exigencia de una quita de la deuda atribuible a este modelo, aprobado en 2009 por el Gobierno del PSOE. La negociación de la investidura en la Generalitat de Catalunya y varios pactos con esta comunidad han abierto la puerta a abordar la reforma del modelo de reparto de recursos y a que el Gobierno central condone una parte de la deuda acumulada en las comunidades autónomas, tal como prometió la ministra de Hacienda. Este compromiso implica un balón de oxígeno para las cuentas de la Generalitat Valenciana, la peor financiada, que sería, como mínimo, de 9.700 millones de euros. Pese a que el Ejecutivo central, que lleva años prorrogando la agonía, ha puesto sobre la mesa esta cuestión, y pese a la presión que ejercen los agentes sociales, los populares rechazan la negociación y consideran que la medida es un chantaje para que las comunidades acepten un trato preferente a Catalunya. Es, en palabras de Mazón, “un golpe de estado fiscal”.

El PP valenciano centra ahora su discurso en exigir un fondo que compense la infrafinanciación y en el cambio de modelo, y apunta que la condonación de la deuda, que es el debate que hay ahora sobre la mesa, es una cuestión secundaria que desvía la atención del problema central. Una semana antes del debate -una después de la reunión de los barones populares-, el PP valenciano enmendó la propuesta de ley de financiación para eliminar la exigencia de la condonación de la deuda y centrarse en el fondo de nivelación, la medida aprobada por todos los líderes autonómicos populares.

En su discurso en el debate de política general, el presidente valenciano fue especialmente vehemente con las políticas de Pedro Sánchez relativas a su autonomía. El president dijo que los ministros ignoraban reiteradamente las necesidades valencianas, y apuntó: “La mayor burla de todas es la que Pedro Sánchez mantiene con el modelo de financiación autonómica que diseñó Rodríguez Zapatero, que castiga a la Comunidad Valenciana desde hace quince años, y que nos condena a recibir 233 euros menos por habitante que la media del resto de autonomías y hasta los 865 menos que la región más beneficiada”. También reclama 1.782 millones de euros anuales hasta el año 2027, el fondo de nivelación que los expertos de la comisión mixta Consell-Corts han calculado para equilibrar el desajuste acumulado. Este desajuste ha provocado el 78% de la deuda actual, según los expertos, más de 42.000 millones de endeudamiento solo con el Estado.

En la tribuna, Mazón dijo: “Esa deuda es injusta y la miro de cara, pero pido rigor”. Y, como reza el lenguaje popular, todo lo que va detrás de un pero es cuestionable. Detrás del pero, el presidente insistió en el trato favorable a Catalunya, del que no quiere formar parte, y planteó una larga lista de agravios del Gobierno central, empezando por la falta de fondos para la dependencia, para la atención sanitaria, la escasez de recursos hídricos o la lentitud en el Corredor Mediterráneo. Todas esas cuestiones suponen un lastre de financiación y se plantearán al presidente cuando organice el encuentro. Pero la reivindicación de la quita de la deuda no. “Al contrario que otros, no reclamaré privilegios supremacistas, cupos, canonjías ni singularidades, sino lo que nos corresponde”, recalcó.

En los turnos de la oposición, tanto PSPV como Compromís explotaron esta ambigüedad. Los partidos cuestionan que el PP siga en la plataforma Per un finançament Just si no respalda esta propuesta, que sí avalan todos los miembros restantes, y critican que Mazón no sea más reivindicativo porque se lo impide Génova. Ya en la réplica al PSPV-PSOE, el dirigente popular trató de reconducir el discurso y dijo que no renuncia a la reivindicación valenciana de la condonación del 75% de la deuda, como tampoco a cambiar el sistema de financiación, pero subrayó que “lo más urgente” es aprobar un fondo de nivelación. Mazón insiste en desacreditar la futura negociación y se muestra escéptico con la propuesta del PSOE, hasta la fecha, sin concreción formal. “Para que haya una respuesta tiene que haber una propuesta”, se defendió Mazón, que, desconfiado, dijo que el Gobierno “con una mano nos ofrecen una tirita y con la otra una puñalada en el hígado de la financiación valenciana”, en referencia a la financiación singular de Catalunya.

En la réplica a Compromís, que le preguntó por la misma cuestión, volvió a mostrarse escéptico. El presidente valenciano defendió que no puede posicionarse sobre la condonación de la deuda si no sabe cuáles son las condiciones y afeó al Gobierno de España no ser transparente. “¿La quita de la deuda, cuál?¿Vinculada a qué: al cupo catalanista, a la obligación de romper nuestro autogobierno y querer prohibirnos que bajemos los impuestos? ¿La deuda principal o intereses? ¿Qué parte?”, preguntó. Al portavoz de Compromís, Joan Baldoví, le dijo: “A este le hemos prometido la financiación tres veces, se va a Valencia, vende la moto y hasta la próxima”, en referencia a los pactos incumplidos del PSOE con su partido, que recordó en varias ocasiones. Y concluyó, ya cansado de la insistencia: “No me voy a creer las chuflas del Gobierno de España hasta que no las vea escritas”.

El presidente insistió en vincular esta negociación al paquete completo de medidas para paliar la infrafinanciación: reforma del sistema, fondo de nivelación transitorio y condonación. “No renuncio a la deuda”, prometió, aunque la palabra quedó totalmente diluida..