El gato Oswal falleció por un posible envenenamiento, Nina, Pelusa, Garfil y Panterito atropellados, Sam por deshidratación extrema. Son algunas de las muertes de felinos setabenses reseñadas en la querella por prevaricación y maltrato que han presentado la asociación protectora de animales 'Una huella en el corazón' y los responsables de las colonias felinas contra el alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, y la edil de Medio Ambiente, Remedios Sinisterra, por haber tumbado el convenio de colaboración con los animalistas que permitía el control de la población gatuna con campañas de esterilización que evitan su reproducción descontrolada.
La decisión, recurrida, ha provocado una “situación de abandono y desprotección” de las colonias, dejando a los felinos a merced de “atropellos, hambrunas, enfermedades víricas, envenenamiento, atrapamientos en motores de vehículos, reproducción masiva y deshidratación”, según reza la querella a la que ha tenido acceso elDiario.es. Además, cualquier enfermedad “por leve que resulte” provoca que el fallecimiento del animal se produzca sin nada que mitigue su sufrimiento, lo que alarga cruelmente la agonía del animal“.
La querella destaca que la eliminación del programa de esterilizaciones propicia un “crecimiento exponencial” de nacimientos de cachorros felinos que, “en un elevado porcentaje, no logran superar los primeros días de vida”. Así, las dos asociaciones denuncian que el consistorio de Xàtiva, gobernado por el PSPV-PSOE, ha extinguido el “único instrumento que permitía la protección de los animales”.
El convenio, finiquitado el 9 de diciembre del 2020 por un decreto de la alcaldía, permitía a la asociación 'Una huella en el corazón' controlar las colonias de gatos y la población felina con campañas de esterilización que evitaban el crecimiento demográfico descontrolado mediante el método de captura, esterilización y suelta. Así, actualmente “no existe sistema alguno de protección de las colonias felinas”, una competencia municipal.
En las colonias estaban censados 213 gatos. Como consecuencia de la “falta de un plan de control y protección”, abunda la querella, han nacido 810 nuevos felinos, con lo cual la población gatuna setabense se eleva a 1.023 ejemplares. La querella también adjunta decenas de fotografías de los felinos malogrados, “cuyo fallecimiento es directamente imputable a los querellados”.