El proyecto estrella del conseller de Educación, Vicent Marzà, para esta legislatura ya está en marcha. El plan piloto de creación de aulas para niños de dos a tres años empieza hoy con un objetivo bien claro, según la conselleria: dotar a las familias con pocos recursos de unos servicios a los que antes no podían acceder.
“Es un proyecto que intenta corregir las desigualdades y frenar el fracaso escolar”, ha remarcado Marzà. De hecho, el 70% de los 630 niños que participaran en esta iniciativa de carácter experimental no habían estado escolarizados hasta ahora. Por provincias, de los 630 niños que aún no habían sido escolarizados y que con esta propuesta se incorporan al sistema son del 75% en Alicante, del 65% a Castellón y del 69% a Valencia.
“Es importante para las personas que no tenían recursos puedan acceder”, ha secundado el alcalde de Valencia, Joan Ribó, presente en el acto junto a la concejala del área, María Oliver, de València en Comú. No en vano, y en esa línea, Marzà ha insistido que las ayudas a las guarderías se “redefinirán de forma progresiva”, zanjando así la polémica suscitada sobre las ayudas. “No puede recibir de igual forma quién tenga un patrimonio significativo con quién no cuente con recursos para poder escolarizar a su hijo”, ha rematado.
El plan se implantará de forma progresiva, por lo que en una semana los 18 niños que ocuparán cada aula ya habrán empezado sus clases. En el colegio donde se ha presentado el buque insignia de la nueva conselleria, el CEIP Federico García Lorca, tenían que acudir 5 de los 18 que acogerán, aunque finalmente dos no han ido hoy. La oferta, según ha resaltado Marzà, está prácticamente cubierta y “la gente ha respondido de forma satisfactoria ante esta nueva iniciativa”. El programa está previsto que se amplíe de forma gradual durante los próximos años.
La elección del colegio, casual o no, no es baladí. Se trata de un centro que impartirá toda esta línea en valenciano, como lo hace hasta los cinco años. A partir de los cinco años, ahora hay dos líneas, una de castellano y otra de valenciano. Durante unos años padeció los recortes también. El proyecto se realizará en 35 colegios de la Comunidad Valenciana. 14 de la provincia de Alicante, 14 en Valencia y 7 en Castellón.
Para la puesta en marcha de este proceso de escolarización de niños en edades muy tempranas, se han creado 70 puestos de trabajo, de los que son 35 educadores y 35 maestros de infantil, ya que habrá un responsable de cada parcela en el aula. Aunque en muchos casos los nuevos docentes gozan de una doble titulación. “La mayoría de los que haremos este curso tenemos una formación larga y experiencia ya adquirida como he visto en las reuniones previas”, afirma Maite Lillo, docente de este ciclo en el García Lorca con doble titulación de educadora y maestra infantil.
“No se han tenido que hacer grandes obras para llevarlo a cabo”, ha señalado Miguel Soler, secretario autonómico de educación e investigación. Entre las cosas que se han revisado para ubicar las aulas ha sido la distancia con los servicios. En el caso de que no fuera posible que estuviera cerca, “al contar con dos docentes no habrá problema”, ha indicado Soler.
La iniciativa, además, será evaluada periódicamente de forma conjunta con las administraciones locales, tal y como se ha preparado el arranque del buque insignia educativo del Consell. Y se plantea que dentro del seguimiento se incluya a colectivos del sector para que participen en la avaluación.
Apuesta por la pública
Frente a las críticas de las escuelas privadas y, en especial, del Salvem 0-3 (que aglutina a más de un centenar de las escuelas infantiles privadas de las 615 autorizadas), Marzà ha insistido en la defensa de la escuela pública. “Estamos haciendo una apuesta potente por la escuela pública. Así buscamos mejorar la inclusión”, ha afirmado. “Nuestra apuesta la respaldan numerosos informes como los realizados por la Unesco, que dicen que cuando más temprana es la educación se obtiene una mejora del rendimiento”, ha defendido.
Sin embargo, ha dejado la puerta abierta de forma ligera para que las cooperativas –escuelas concertadas- también puedan formar parte del proceso, pese a que Soler anunció que sí se iban a integrar. Después dio marcha atrás. “Tenemos una reunión con ellos próximamente y estamos abiertos al diálogo con ellos y no nos cerramos a nada”, ha expresado sin especificar más Marzà.
El conseller, asimismo, se ha defendido también de las acusaciones de que el plan supondría una pérdida de empleos. “Hemos creado 70 puestos de trabajo y al ser el 70% de los niños nuevos en escolarización no afectamos a los otros centros”, ha sostenido el conseller respondiendo también a las críticas por el supuesto trasvase de alumnos de la privada a la pública. “Se trata de una oferta complementaria sobre la que ya existe”, ha agregado.
No obstante, un 30% de los alumnos de esta iniciativa provendría de otras guarderías al estar escolarizados ya. Entre ellos, se encuentra el hijo de Miguel Ángel López, Álvaro. Cumplirá dos años este mes y es uno de los tres alumnos que entraban hoy en el García Lorca. “Elegimos este centro porque su hermano mayor ya viene aquí, y nos gusta el servicio que dan”, ha afirmado López. “Supongo que las guarderías lo notarán. Pero la iniciativa, por ahora, me parece muy buena”, ha concluido. La apuesta más destacada de Marzà ya echa a andar.