El presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, ha afirmado este jueves que en una semana podrán dar toda la información en relación a la aplicación del certificado COVID en determinados establecimientos de la Comunitat Valenciana, una medida para la que solicitarán el aval del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), tal y como se hizo el pasado verano cuando se mantuvo el toque de queda sin el paraguas legal del esado de alarma.
Puig ha comentado que más allá de la posible implantación del también llamado pasaporte COVID, “la voluntad es que no haya nuevas restricciones y actuar dentro de lo que podemos, es decir, fomentando la facunación en ese grupo de 400.000 personas que aún no se la han puesto”.
El jefe del Consell ha asegurado respecto al certificado de vacunación que se hará “lo que aconseje Sanidad, Salud Pública y el comité de expertos” con el que tiene previsto reunirse en los próximos días: “El certificado es un instrumento más, habrá espacios a los que los no vacunados no entrarán, pero hay que trabajar en la tecnología necesaria para que en los locales afectados por la medida se pueda llevar adelante”.
Sobre la tipología de estos establecimientos, Puig ha comentado que serán aquellos “en los que más contacto se pueda dar sin mascarilla y en los que no haya ventilación”, lo que podría incluir a las salas de fiesta y discotecas, entre otros.
“Estamos a la espera del informe de la Abogacía de la Generalitat para tener la máxima seguridad de la medida y al mismo tiempo Salud Pública está elaborando un informe sobre los locales en los que sería de aplicación y que se presentará al TSJCV para que lo autorice”, ha comentado el presidente, quien ha recordado que hay que dar pasos firmes y seguros porque una sentencia del Supremo ha puesto reparos por la falta de concreción del plazo de aplicación y de los espacios.
Según la página web de la Generalitat Valenciana habilitada, para obtener el certificado se debe tener al menos una dosis de la vacuna, haberse realizado alguna prueba diagnóstica de la COVID-19 o haber pasado la enfermedad (diagnosticada con PCR+ según reglamento europeo) 180 días antes de viajar.