Los presidentes del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, han iniciado este lunes “una nueva etapa” entre ambas comunidades, poniendo “la primera piedra” de una relación por la que ambas regiones colaborarán para potenciar las conexiones por carretera y ferrocarril, impulsando el eje Cantábrico-Mediterráneo, y cooperarán en otras materias como sanidad, cultura o juventud.
Así lo han afirmado ambos presidentes tras mantener un encuentro en el área de Presidencia del Edificio Pignatelli, sede del Ejecutivo aragonés en Zaragoza, donde también se han reunido, de forma paralela, el consejero aragonés de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, y la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador.
Lambán y Puig han exigido recursos para el desdoblamiento de la carretera nacional N-232, el impulso a la autovía A-68 y han abogado por favorecer la conexión ferroviaria entre Zaragoza y Sagunto, al tiempo que han remarcado que el agua no puede ser un elemento de confrontación entre las dos Comunidades.
Ambos han coincidido en que “la salida federal” y la reforma de la Constitución son “una buena vía” y una propuesta “razonable” para avanzar ante la situación en Cataluña.
El presidente aragonés ha recordado que desea avanzar hacia una España “cada vez más federal” en la que las Comunidades no mantengan relaciones unilaterales con el Gobierno central, sino que se favorezcan los contactos “multilaterales” entre territorios y, en el caso de Valencia, “es mucho lo que nos une y compartimos”.
Lambán ha observado que esas relaciones entre ambas Comunidades “pueden ser más estrechas” cuando el desdoblamiento de la N-232 “sea una realidad completa y absolutamente desarrollada” y ha recalcado la importancia de mejorar las comunicaciones ferroviarias entre Zaragoza y Sagunto para el desarrollo de “la logística y la agroalimentación”.
ARAGÓN NO RENUNCIA A LA TCP
En este punto, ha dicho tajante que Aragón “en modo alguno renuncia a la Travesía Central del Pirineo (TCP) como un proyecto estratégico” y de “primera magnitud” para la Comunidad.
Sin embargo, “estaríamos poniéndole puertas al monte, cerrándole caminos al futuro de Aragón”, si no se tuvieran en cuenta otras posibles conexiones con otras Comunidades.
Por ello, Lambán ha apoyado la propuesta que realizó el consejero aragonés José Luis Soro “de aprovechar la financiación que pudiera existir para la conexión Zaragoza-Sagunto si pudiera ser considerado como un ramal del eje Mediterráneo, si bien eso no significa que la Comunidad aragonesa renuncie a la ”prioridad absoluta“ de la TCP, ha insistido.
El presidente aragonés ha incidido en que “desde ya queremos establecer relaciones” y contactos con la Comunidad valenciana en otras materias, además de infraestructuras y comunicaciones, como en sanidad, en servicios sociales, juventud y cultura. “Existe una afinidad ideológica y buena sintonía personal” con Ximo Puig, ha asegurado, para considerar que “hoy hemos puesto la primera piedra” de la colaboración entre ambos territorios.
UNA NUEVA ETAPA
Ximo Puig ha coincidido en que “hoy se abre una nueva etapa” en las relaciones entre ambas Comunidades y ha advertido de que en las medidas y política que se adopten “lo importante son los ciudadanos”, por lo que en esta nueva etapa se trata de emprender acciones que les beneficien y que favorezcan el desarrollo económico de las dos regiones.
Puig ha estimado que el eje Cantábrico-Mediterráneo dará “gran centralidad” a Aragón y ha opinado que propiciar una buena conexión entre la Comunidad aragonesa y el puerto de Valencia “es fundamental” para las dos autonomías y también para el conjunto del país, dado que “el futuro pasa por la exportación, se trata de ser competitivos” y de impulsar la actividad económica.
Sobre la autovía A-68 y la N-232, el presidente valenciano ha lamentado que “siguen igual” y “tan importante” para las relaciones entre ambas Comunidades “es la parte de Ráfales al límite provincial, como la realización de la autovía A-68 entre Alcañiz y Zaragoza”.
En este mismo sentido, Puig ha opinado que “tiene que haber un compromiso claro” por parte del Gobierno de España con esta carretera y ha tildado de “escándalo” la situación de la N-232, la futura A-68, una carretera que se adjudicó en 1993 “y estamos como estamos”.
Se ha preguntado por qué en estos años se han priorizado otras infraestructuras que favorecían “la centralidad” en lugar de apostar “el camino más recto y razonable” que es la conexión de estos territorios con esta vía. “Tenemos que trabajar todos conjuntamente para que ese eje Cantábrico-Mediterráneo que tiene a Aragón en el centro se potencie porque será muy bueno para España”, ha reiterado Puig.
“Juntos Aragón y Valencia podemos mucho más”, ha estimado, al detallar que quieren “ir más allá de las infraestructuras”, iniciando un programa de cooperación para jóvenes y otras acciones en materia sanitaria y cultural. “Si lo importante son los ciudadanos, no se lo pongamos tan difícil”, ha afirmado Puig, para plantear que se analice “de qué manera podemos hacer sostenible y mejor la sanidad pública”.
TRASVASE
Respecto a la política hidráulica, Javier Lambán ha comentado que el fantasma del trasvase del Ebro “cada vez está más ausente de las agendas políticas”, mientras que Ximo Puig ha garantizado que el Gobierno valenciano no hará del agua un motivo “de confrontación” política.
El presidente de la Generalitat valenciana ha apuntado que “queremos que los valencianos tengan agua de calidad y para siempre” y, para lograrlo, “trabajamos desde la cooperación”. Ha recordado que las políticas del PP, con su lema 'Agua para todos', solo llevaron a “mucha propaganda, mucha confrontación” y tuvieron “pocos resultados”.
De hecho, el PP “tenía todo el poder institucional y ¿dónde está el trasvase?”, ha cuestionado, para decir tajante que “no engañemos a la gente, busquemos salidas” desde el acuerdo entre Comunidades.
CATALUÑA
Sobre la situación en Cataluña, Ximo Puig ha coincidido con Javier Lambán en que es necesario favorecer las relaciones de trabajo “en red” entre comunidades, que “puede ser una manera de unir, en vez de separar”.
“Estamos en contra del planteamiento independentista, la salida de Cataluña no es esa”, pero el inmovilismo tampoco lo es, por lo que “la salida federal” y la reforma de la Constitución son “una buena vía de salida” y “razonable” para dar solución al conflicto abierto en Cataluña.
Puig ha apostado por avanzar “hacia adelante” respetando la singularidad de cada territorio, “pero lo más importante es la igualdad entre ciudadanos y eso hoy en España está en cuestión”, ha aseverado.