Trece años y ocho meses después del peor accidente de metro de la historia de Europa, 4.992 días después del siniestro que el 3 de julio de 2006 causó la muerte de 43 personas y heridas a otras 47 en Valencia, la Asociación de Víctimas del Metro (AVM3J) celebrará este martes, 3 de marzo de 2020 a las 19 horas, una última concentración en la plaza de la Virgen de la capital valenciana para poner punto final a más de una década exigiendo justicia.
Hace apenas dos semanas, las víctimas convocaban para este martes una última concentración, que se celebrará cuatro años y ocho meses después de que estas llenaran la plaza de la Virgen por última vez en la convocatoria que hacía la número 105 coincidiendo con el noveno aniversario del accidente y después de que las Corts Valencianes aprobaran la puesta en marcha de una nueva comisión de investigación. El acto de este martes pretende servir de epílogo a una lucha que ha durado años, una despedida después de que el pasado 27 de enero el tribunal condenara a cuatro exdirectivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (de los ocho encausados) a veintidós meses de prisión por 43 homicidios por imprudencia grave profesional y 36 delitos de lesiones por el siniestro del 3 de julio de 2006.
Con esta última concentración, la AVM3J quiere agradecer el apoyo recibido a lo largo de estos años. “Ahora podremos cerrar esta etapa y pasar página. Por fin podremos retomar nuestras vidas, y descansar”, manifestaba la presidenta de la asociación, Rosa Garrote, quien mostraba su satisfacción tras conocerse la condena porque se consiguió “todo lo que se podía conseguir, más allá incluso de lo que se podía imaginar”.
Las víctimas celebran que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana reconociera “todo lo que ha estado negando” en los últimos años y que los acusados asumieran “las deficiencias en las infraestructuras y material móvil y en la formación y selección del personal” que afectaban a la seguridad de la Línea 1 del metro de València y conllevaban un “riesgo muy grave” para trabajadores y viajeros que “conocían o debían conocer”. “Y aun así no hicieron nada para evitarlo”, apuntaban en referencia a la gestión en la época del PP, cuando se produjo el descarrilamiento.
“Por fin se demuestra que tenemos razón, que nuestra lucha era justa. Este reconocimiento por parte de la empresa deja en evidencia a todas las personas que lo han estado negando año tras año”, apuntaban las víctimas, que criticaron al Partido Popular por “echar la culpa desde el primer día al conductor sin plantearse la mala gestión de la empresa” o les acusaron de “tener intereses ocultos y querer dañar la imagen del partido”.