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Un acusado reconoce que los fondos de la cooperación valenciana en República Dominicana acabaron en Miami

El enfermero Rafael Barrera Cucarella dirigía la ONG Fudersa, que obtuvo importantes proyectos de cooperación a partir de la llegada de Rafael Blasco a la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía. Hoy en día se enfrenta a una petición de condena de más de siete años de prisión por tres delitos de fraude en subvenciones.

Los fondos que recibió Fudersa (Fundación para el Desarrollo Rural y Salud) para fortalecer la soberanía alimentaria de las mujeres en la República Dominicana acabaron fundamentalmente en cuentas bancarias de otros imputados de la trama que saqueó los fondos públicos de la cooperación valenciana. Sin embargo, durante el incisivo interrogatorio del fiscal anticorrupción, Barrera no pudo dar una explicación plausible al supuesto desvío de las cantidades. Su presunta ONG obtuvo cerca de dos millones de euros con la inestimable ayuda de la Fundación Hemisferio, un chiringuito que montó el empresario Augusto César Tauroni, supuesto testaferro del exconseller Rafael Blasco.

Los proyectos financiados por la Conselleria de Rafael Blasco, supuestamente destinados a fortalecer la soberanía alimentaria de las mujeres en distintos lugares de la República Dominicana, fueron un absoluto fracaso. Hoy en día, tal como mostró el documental El Clan Blasco de À Punt, los invernaderos que instaló Fudersa son un páramo. El periodista Sergi Tarín, coautor del documental y presente en la sala durante el juicio, viajó a la República Dominicana para investigar el destino final de los fondos de la cooperación valenciana presuntamente saqueados por la trama. “Los invernaderos duraron un año aproximadamente y no fueron especialmente productivos porque faltaban los fitosanitarios necesarios para obtener cosechas y además eran terrenos poco productivos”, explica Tarín .

Un informe pericial concluye que en uno de los proyectos, de los 345.293,7 euros públicos financiados por la Generalitat Valenciana, tan sólo 1000 se usaron para la formación laboral de mujeres en República Dominicana. De hecho, el fiscal anticorrupción, Jesús Carrasco, ha sacado a colación el “fenómeno tremendamente insólito” que detectó un inspector de la Agencia Tributaria cuando analizó los movimientos de la cuenta bancaria que Rafael Barrera mantenía con el secretario de la Fundación Hemisferio para gestionar los fondos públicos. Barrera ha dicho que nunca vio “nada extraño”.

Un ejemplo llamativo son los ingresos de 59.000 y 74.000 euros a dos empresas de Augusto César Tauroni en Estados Unidos. El fiscal ha aprovechado para preguntar al enfermero si conocía a Tauroni en aquella época. “A Tauroni lo he conocido en este proceso”, ha respondido Barrera para sorpresa de Carrasco, quien ha dicho: “No diga usted esto...”. Ante las protestas de la defensa, el fiscal ha añadido: “bueno, es usted acusado, puede decir lo que quiera”. Sí que ha admitido que conocía a la esposa de Tauroni, Alina Indiekina: “La conocía de la Fundación Hemisferio porque era la persona que se encargaba de hacer las fotocopias”, ha explicado. Indiekina mantiene junto a su marido propiedades de lujo en Estados Unidos, compradas con fondos de la trama y que siguen manejando a pesar del embargo del Departamento de Justicia estadounidense, tal como informó eldiario.es.

Barrera ha asegurado que no conocía ni a Tauroni ni que las empresas de Estados Unidos que recibieron los fondos fueran del presunto testaferro del exconseller Blasco. Así, el acusado sostiene que todos los pagos fueron ordenados por el directivo de la Fundación Hemisferio, Joaquín Rafael Blasco, testigo en este juicio. En 2010 hubo dos pagos de 74.110 y 74.820 euros a una empresa de Tauroni radicada en Estados Unidos por estudios topográficos que no superan los 2000 euros. “Hay mucha distancia”, ha apuntado la letrada de la Abogacía de la Generalitat.

Otros 50.000 euros fueron ingresados en la cuenta de la empresa Dinamize, cuyo representante legal es Adolfo Soler Sempere, acusado en esta causa y que no asiste al juicio porque permanece en Bolivia desde 2011, tal como informó este diario. “No recuerdo qué trabajos realizó Dinamize”, ha respondido Barrera. “Después de ocho años, ¿ésta es la única explicación que puede dar al tribunal?”, ha exclamado el fiscal anticorrupción. Más tarde, a preguntas del abogado de la Coordinadora Valenciana de ONG, el enfermero ha explicado que la transferencia de 50.000 euros a Dinamize fue para pagar a “unos ingenieros en República Dominicana” que dieron “talleres de formación” y “cursos de capacitación”. Según los testimonios recogidos por el periodista Sergi Tarín en la República Dominicana, los cursos nunca llegaron a realizarse.

El fiscal anticorrupción ha recordado al acusado que la normativa le obligaba a realizar las inversiones destinadas a la cooperación en República Dominicana pero Barrera se ha escudado en la “tremenda picaresca” que, según dice, se encontró en el país. El letrado de la acusación popular ha puesto en duda la capacitación del enfermero para la cooperación y, en concreto, para llevar a cabo proyectos para la soberanía alimentaria: “¿Sabe qué es la soberanía alimentaria?”, ha preguntado. “Tenía experiencia en el campo de la salud y la República Dominicana la conocía palmo a palmo”, ha asegurado Barrera quien ha explicado que “una buena alimentación es índice indiscutible en el campo de la salud”.

Al acusado Rafael Blasco lo conoció, ha explicado Barrera, cuando era conseller de Sanidad, “pero nunca he tomado un café en mi vida con este señor”. “¿Conoce usted a Sergio Blasco [sobrino del exconseller, imputado en el Caso Osvaldos y residente en la República Dominicana]?”, ha preguntado el letrado de la Coordinadora Valenciana de ONG. El presidente del tribunal, ante la protesta del letrado de la defensa de Barrera, ha cortado esa línea del interrogatorio.