Reflexiones

Rosa Garrote

Presidenta Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio —

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Se acaba el año, periodo electoral…. Parece que todo nos invita a la reflexión.

Y a mí me gustaría llamar la atención sobre la investigación del accidente de metro, que en 2006 costó la vida a 43 personas, y dejó heridas a otras 47.

A las pocas semanas tuvo lugar la Comisión Parlamentaria que concluyó que la Línea 1 era segura, y que había sido un accidente Imprevisible e Inevitable.

¿SEGURA? ¿Cómo se puede decir que es segura, cuando han muerto 43 personas?

¿INEVITABLE? Pero si en la Comisión se declaró que el sistema de frenado con el que contaban las Línea 3 y 5, ¿está especialmente diseñado para frenar un tren en caso de superar la velocidad permitida?

Esto no tiene sentido, no puede ser que por una parte se reconozca disponer de medidas para evitar un exceso de velocidad, y por otra se diga que fue inevitable.

Y como no podíamos conformarnos con estos resultados, empezamos a investigar.

Lo primero que llama la atención, es que no se esperara a la autoridad judicial para custodiar las pruebas, y se emprendieran acciones de retirado del vagón y reparación de las vías, sin que el perito hubiese inspeccionado el lugar del siniestro.

Así se entiende que meses más tarde, cuando la jueza llama al perito para que realice su informe, éste concluya que no hay indicios de fallos estructurales en la vía ni en el tren, por lo que la única causa a la que se puede achacar el descarrilo, es al exceso de velocidad.

Nos encontramos así, que realmente, no se hizo un estudio de las pruebas.

Años más tarde nos enteramos por los medios de comunicación, que en Informes internos de FGV, consta que ese mismo vagón ya había descarrilado en 3 ocasiones anteriores, una de ellas, por rotura del eje que sujeta el bogie (las ruedas) con la cabina del vagón, que es lo mismo que sucedió en 2006. Por lo que no es tan descabellado pensar, que sí pudieron existir fallos estructurales en el vagón. Vagón que quedó tan sumamente destrozado, que al perito le fue imposible revisar, debido a que fue imposible de reconstruir.

Este informe no se tuvo en cuenta en la Comisión de 2006, porque FGV dijo al perito que no existían descarrilamientos previos.

Otro dato que se ocultó a la investigación, fue el Informe que Vicente Contreras, Director Adjunto de Explotación, firmó en 2005, que decía que ese modelo de tren, era de tecnología obsoleta, y que habría que retirarlos ya.

Durante la Comisión Parlamentaria de 2006, se aludió varias veces a este supuesto, y en todas ellas fue negado por los directivos de FGV.

También decía el Informe, que tenían dificultad para encontrar piezas de repuesto, lo que era un problema para su mantenimiento.

Y si faltan piezas de repuesto, y resulta que el tren ya había sufrido varios siniestros, pudiera ser que, que el vagón que descarriló el 3 de Julio, sí sufriera daños estructurales.

Todos estos datos que no se aportaron a la investigación en 2006, tampoco se pudieron tener en cuenta en la Comisión Parlamentaria, motivo por el cual, la Asociación de Víctimas del Metro, lleva más de 9 años pidiendo se reabra la Investigación.

Tampoco se tuvo en cuenta en 2006, que FGV incumplía la Ley de Prevención del Riesgo Laboral. Y no se tuvo en cuenta, porque la empresa lo ocultó. Y no fue hasta 2011, bajo requerimiento de la Inspección de Trabajo, que FGV entregó a los Sindicatos el Informe de la Auditoría realizada en 2006 que le era “DESFAVORABLE”, entre otras cosas, porque no realizaba estudio de los accidentes sucedidos, sin subsanar las deficiencias para evitar accidentes futuros.

Y es por todo esto, que la AVM3J considera necesaria una Nueva Comisión de Investigación.

Porque hay mucha documentación que no se tuvo en cuenta en 2006, y porque hay muchas responsabilidades que depurar.

Las de antes del accidente, y las de después. Porque independientemente del resultado de la investigación, es necesario censurar el ocultamiento de estos informes.

Y censurar también, el comportamiento de Domingo Alepuz, Jefe de Talleres de Valencia Sud, que fue quien ordenó llevar la Caja Negra a las dependencias de FGV, contraviniendo la orden que tenía la policía, de trasladarla a la jefatura para custodiarla.

El motivo alegado por Alepuz, fue que los datos sólo se podían leer en un ordenador de las dependencias de Valencia Sud. Dato que ha sido desmentido en declaraciones en el Juzgado, por los propios trabajadores de FGV, y también por la empresa que fabrica dichos dispositivos.

Alepuz también dijo que los datos de la Caja Negra, se borraron como resultado del volcado de datos, lo que también ha sido desmentido por los trabajadores y por la empresa fabricante.

Lo que nos lleva a preguntarnos, qué es lo que el Sr. Alepuz no quería que viera el representante judicial….

Pero todavía hay más.

La Instrucción Judicial está aportando a la investigación mucha información.

Como por ejemplo, que FGV no tenía un Departamento de Seguridad, y que nunca se trataron los excesos de velocidad.

Vicente Contreras declaró que en ningún momento se pretendió proteger la geometría de la vía. (la curva). Y Francisco García Sigüenza, Director Técnico de FGV, afirmó que nunca se tuvo intención de proteger la velocidad en la Línea 1 con medios técnicos, y admitió que nunca se tuvo en cuenta la velocidad como factor de riesgo, que nunca se consideró un peligro.

Desgraciadamente, FGV se equivocó.

También hemos sabido, por declaraciones en el Juzgado, que la baliza situada entre Pz. España y Jesús comenzaba a actuar cuando el tren superaba los 80 km/h, sin tener en cuenta que la velocidad máxima permitida en todo el túnel era de 60 km/h, con restricciones muy inferiores en la zona del accidente: 40 km/h por la curva del accidente, y 30 por la intersección de L1 y L5.

Como se puede ver, hay muchos datos que no se tuvieron en cuenta en la Investigación de 2006, y que pueden ser determinantes para establecer las causas, y las responsabilidades por el accidente.

Por eso no se entiende que el Partido Popular Valenciano se empeñe en defender la actuación de 2006, y niegue la necesidad de una Nueva Investigación.

Muchas de estas irregularidades ya se las contamos a Alberto Fabra y a Isabel Bonig en la reunión que mantuvimos con ellos en 2011, pero no nos escucharon. Se limitaron a defender la gestión anterior.

Y perdieron la ocasión de actuar honestamente.

Perdieron la ocasión de darle un final digno al accidente de metro.

Eligieron ponerse del lado de la empresa, y en contra de los ciudadanos y ciudadanas.

Se equivocaron.

Mentir, ocultar informes, falta de medidas de seguridad…. Este comportamiento no se puede defender. No hay excusa posible.

Y si esta va a ser su forma de gobernar, no es lo que los ciudadanos y ciudadanas nos merecemos.

Creo que todos y todas debemos preguntarnos : ¿SON ESTOS LOS POLÍTICOS QUE QUEREMOS?

Yo desde luego NO.