Rafa García (1971) es militante socialista desde 1993 y alcalde de Burjassot desde 2014. Licenciado en Geografía e Historia, ha trabajado en el ámbito municipal y ahora, tras ser uno de los primeros apoyos de Pedro Sánchez en su camino triunfal hacia el liderazgo del PSOE, ha retado a Ximo Puig: competirá con el presidente de la Generalitat por ser el secretario general del PSPV.
Pregunta: ¿Es usted el ariete utilizado por Pedro Sánchez y José Luis Ábalos contra Ximo Puig?José Luis Ábalos
Respuesta. Me presento por iniciativa propia y tras una reflexión profunda. Quién no crea en la democracia interna, encarnada por las primarias, se ha equivocado de partido. Las primarias garantizan que cualquier militante pueda optar a dirigir el partido. Aspiro a trasladar, a extrapolar, el proyecto de Sánchez a la Comunidad Valenciana y generar ilusión en la militancia para cambiar las cosas.
¿A quién le molestan las primarias en el PSPV?
Hay quién dijo que debilitarían a algunos [Ximo Puig, sobre su rol como presidente de la Generalitat]... si esto fuera así el PSOE habría decidido que no hubiera primarias en aquellos territorios donde se gobierna. Ese no es el caso. Puig se ha dedicado a la gestión del gobierno valenciano y ha abandonado totalmente el partido.
¿Cual es su plan para el PSPV?
Resucitar un partido muerto. Debe haber alguien al otro lado, interlocución con cuadros y militancia. Hay que acabar con que la dirección política esté a cargo de cuatro, y siempre los mismos cuatro. Hay que cambiar y descentralizar la organización. No puede ser que todo el poder esté en Blanquerias, debe llegar a las agrupaciones, las comarcas y las direcciones provinciales. Algunas comarcas llevan tres años con gestoras [Los Serranos, por ejemplo, según García], paradigma del abandono absoluto de la organización.
“Los cuatro de siempre”. ¿Puig y su círculo de confianza han actuado por libre en el partido?
Ya está bien de que los cuatro de siempre dirijan la organización. El partido ha cambiado y la participación de la militancia es fundamental, aunque algunos no se hayan dado cuenta.
Usted ha criticado que el comité nacional, máximo órgano entre congresos del PSPV, apenas se ha convocado.
No ha habido trabajo desde la dirección, absolutamente inoperante. Como no había iniciativas que debatir, ni gestión de la que rendir cuentas, no se han convocado. El secretario general ni siquiera ha explicado porque el PSOE se abstuvo para que gobernara el PP.
¿Ha dirigido el partido Puig como un autócrata?
No, no lo ha dirigido.
¿Qué contacto ha tenido usted con Puig?
Nunca he tenido ocasión de comentar con él temas orgánicos.
¿Sus demandas no se podrían canalizar a través de cambios en la cúpula que no pusieran en entredicho a Puig?
Esos cambios no son creíbles. Figuras que desaparecen pero luego vuelven para no se sabe muy bien qué......Aqui discutimos un cambio profundo, desde las raíces, no una operación de maquillaje. Nos jugamos cambios consistentes, tener un proyecto colectivo y no personal. En un año estamos en precampaña y en dos, elecciones. Gobernar no nos garantiza nada si no tenemos un partido fuerte.
¿Está más fuerte su socio de gobierno, Compromís, que ustedes?
Es un ejemplo de que una dirección coral puede funcionar si están claros los objetivos y se rema hacia el mismo objetivo.
¿Puede Compromís superar al PSPV-PSOE en las elecciones de 2019?
La única posibilidad de que eso suceda es si el partido está mal. Por ejemplo, en Valencia ciudad ni siquiera somos segunda fuerza.
¿Debilita su candidatura al presidente de la Generalitat?
Si así fuera, se debería proponer en un congreso prohibir las primarias allá donde se gobierna, pero quién piensa eso no se cree las primarias. Yo creo en la democracia interna. La organización está para consolidar y continuar el trabajo en las instituciones, en este caso la Generalitat.
Imaginemos que Rafa García bate con claridad a Ximo Puig. ¿No quedaría muy tocado el liderazgo del presidente?
En ningún caso. Me presento para fortalecer el partido. Quiero que seamos la fuerza mayoritaria, por encima del PP, en la Comunidad Valenciana. Para eso, el aparato orgánico, ahora muerto, debe funcionar.
No hay ejemplos de bicefalia en el PSOE o en el PSPV. El secretario general siempre ha sido el líder político.
El partido se ha dado cuenta de que tiene que cambiar, y esta es una de las cosas a cambiar. O evolucionamos con la sociedad o seguiremos perdiendo peso entre la sociedad, desconectándonos.
La consellera Montón o la vicepresidenta de las Corts Valencianes se han alineado con Puig.consellera Montónvicepresidenta
Como pasó con Pedro Sánchez, los que votan y deciden son los 18.000 militantes. Me preocupa poder explicar mi proyecto en este congreso exprés.
¿Es antidemocrático convocar el congreso valenciano justo después del español?
No, pero es difícil volver del congreso federal y tener dos días, lunes y martes, para presentar una candidatura. Igual pensaban que Puig no iba a tener rival, o querían que no tuviera rival. El calendario no es el mejor para confrontar proyectos y debatir ideas. Había prisa por cerrar el proceso y eso es un error, error casualmente también cometido por el PSOE andaluz.
Puig dice que este proceso no tiene nada que ver con el Sánchez contra Díaz.
Son procesos diferentes, pero yo quiero trasladar la ilusión, la regeneración y la participación que representa Sánchez a la Comunidad Valenciana.
Usted dice que el PSPV significa opacidad e inacción.
La ola de transparencia tiene que llegar al partido. No sabemos si se ha vendido la sede de Blanquerias, ni cuanta gente trabaja en el partido. Las cosas no se hacen así. Este partido no es patrimonio de cuatro.
¿Ximo Puig volverá a ser candidato a la Generalitat?
Eso no se discute porque así lo dicen los estatutos. No hay primarias allá donde se está gobernando, aunque algunos parece que quieren confundir. Insisto: no hay que mezclar lo orgánico con lo institucional.
Si usted gana, ¿sería fácil la cohabitacion con Puig?
Si. Me presento para reforzar el partido.
¿Cómo puntúa la gestión de Puig en la Generalitat?
Por encima del 5, aunque los números son tramposos. La gestión es buena teniendo en cuenta que estamos en un gobierno de coalición y una institución en bancarrota tras la etapa del PP. La gente vuelve a creer en las instituciones.
La socialdemocracia está en horas bajas.
Ha habido desconexión y falta de credibilidad, por lo que el discurso debe cambiar. La socialdemocracia debe volver a ser hegemónica en Europa.