Vicent Marzà (Castellón, 1983) es el benjamín del gobierno valenciano y seguramente el conseller más criticado por la derecha desde su nombramiento. Casi desde su toma de posesión, el 30 de junio, hace apenas dos meses, el responsable de educación ha estado en el punto de mira de la oposición. El PP incluso ha pedido su dimisión por su supuesto pancatalanismo.
Parte de la izquierda también discutía su nombramiento. Marzá, creen algunos, no es adecuado para gestionar Educación por su vinculación con uno de los sindicatos más fuertes en el sector –el Sindicat de Treballadors de l´Ensenyament, STEPV- u organizaciones como Escola Valenciana, que batallan por el uso preferente del valenciano en la educación y dan total prioridad, frente a la concertada, a la escuela pública. Su edad, 32 años, también era vista como falta de experiencia para gestionar una conselleria con casi 5.000 millones de euros de presupuesto.
Marzà, mientras, va a la suya. Apenas estrenado en el cargo, acordó con la comunidad educativa retrasar el inicio de curso al 10 de septiembre. Desde entonces, ha tenido que lidiar con varios problemas –la rebelión de parte del profesorado de los conservatorios de música- pero ha tomado medidas de gran calado pese a los problemas económicos de la Generalitat, que no puede sufragar servicios esenciales con sus ingresos actuales.
Programa para extender la educación pública a niños de 2 años
600 niños de 2 años recibirán este curso educación gratuita mediante un programa piloto de la Generalitat al que se han adherido 33 centros. Marzà quiere extender este plan al final de sus cuatro años de mandato a los 2.000 colegios públicos de la Comunitat Valenciana, El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha mostrado su orgullo por la medida. “Con los mismos recursos” que antes “se ha conseguido cambiar la mirada: se ha dado un giro social imparable”. La patronal de las guarderías, que hasta ahora, con subvenciones de la administración, escolarizaba a muchos niños de 0 a 3 años, ha mostrado su preocupación por la previsible pérdida de negocio.
Mejores (y más fáciles de conseguir) becas para universitarios
Educación ha rebajado de 5,5 a 5 puntos la nota necesaria para conseguir una beca. Para ello, invertirá un millón de euros que subvencionará la matrícula de unos 1.500 universitarios con rentas bajas. “Nadie se debe quedar sin estudiar por motivos económicos”, dice Marzà, maestro de profesión y miembro de Compromís.
La Conselleria ha renunciado de momento a bajar las tasas –apenas abarataría el coste para los alumnos y, por el contrario, afectaría notablemente los ingresos de las universidades, afirma- y estudia subvencionar la tercera o cuarta matrícula de los estudiantes a los que les queden menos de dieciocho créditos para acabar sus estudios y tengan poco dinero.
Libros de texto gratis
En una de las medidas más sonadas del gobierno presidido por Ximo Puig, Educación anunció un plan para pagar los libros de todos los alumnos. El sistema implica a otras administraciones –será cofinanciado por ayuntamientos y diputaciones- y fomenta el uso responsable de los libros: las familias recibirán 100 euros a la presentación de una factura y otros tantos, al final de curso, siempre que el material sea devuelto en buen estado y pueda ser reutilizado. El PP, que se opuso a la medida en un primer momento, tuvo que rectificar de inmediato.