El exsecretario general del PP valenciano Ricardo Costa ha 'cantado' en el juicio por la pieza separada 5 del 'caso Gürtel', implicando de nuevo a Francisco Camps de lleno en la trama. Costa ha detallado que la los populares valencianos tenían abiertas dos vías de financiación irregular para pagar los gastos electorales: dinero en metálico aportado por empresarios y contrataciones públicas a la empresa que organizaba sus actos: Orange Market.
La firma de la trama en Valencia se ocupaba de organizar los actos del PP “porque el presidente lo había decidido”, ha declarado el testigo en referencia a Camps, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide dos años y medio de prisión, además de inhabilitación para cargo público durante una década, por los presuntos delitos de prevaricación y fraude a la administración pública.
Ricardo Costa, condenado en la pieza relativa a la financiación ilegal del PP valenciano, ha continuado su confesión en su declaración como testigo ante el tribunal de la Audiencia Nacional. Lo hace tras una “reflexión familiar importante” sobre su futuro. A preguntas de la fiscal anticorrupción, el exdirigente del PP valenciano ha detallado la amistad entre Francisco Camps y Álvaro Pérez 'El Bigotes', delegado de la trama en Valencia. “Camps en determinado momento me decía: 'me gustaría que esto lo hiciera Álvaro'”, ha recordado.
El testigo ha confirmado que la relación entre Camps y El Bigotes era de amistad, a diferencia de lo que declaró el expresidente valenciano en su declaración como acusado, cuando matizó que era un trato meramente profesional. Álvaro Pérez incluso tenían una “relación fluida” con la esposa de Camps, Isabel Bas.
“Acceso directo” del Bigotes en el Gobierno de Camps
El delegado de la trama en Valencia “tenía acceso a muchas personas en la administración, a varios vicepresidentes consecutivos, a parte del propio Camps y algún otro conseller”, ha explicado Costa. “Había acceso directo, con teléfonos personales”, ha especificado el testigo.
Ricardo Costa ha relatado una reunión clave que mantuvo con El Bigotes y Pablo Crespo cuando el PP valenciano arrastraba una deuda de un millón de euros con Orange Market. “Las dos vías que se habían decidido eran aportaciones en efectivo [de empresarios] y emisión de facturas por actos que no se habían producido”, ha relatado Costa. Sin embargo, los jefes de la trama recelaban de la interlocución que debía ejercer el entonces vicepresidente Vicente Rambla y el propio Costa se negó a participar en “el tema de la emisión de facturas”.
En la reunión, Ricardo Costa telefoneó directamente a Camps. “Me dijo que que le habían dicho que esa era la única forma de pagara la deuda”, ha recordado.