Las Corts Valencianes han aprobado la recuperación de la televisión pública autonómica con los votos a favor de cuatro partidos (PSOE, Compromís, Ciudadanos y Podemos) y la abstención del PP, precisamente quién cerró, manu militari, Canal 9 en noviembre de 2013.
A instancias de la ley aprobada este jueves por el parlamento autonómico se elegirá contrarreloj al Consell Rector -una especie de consejo de administración- y después al director general, principal ejecutivo de la nueva Ràdio Televisió Valenciana.
Entre ellos definirán con precisión la fecha de las emisiones -la voluntad es la arrancar a la vuelta del verano con una televisión provisional-, el presupuesto (entre 54 y 108 millones de euros, ya que la ley fija un suelo y un techo de gasto), la programación y el tamaño y la forma de selección de la plantilla.
El debate previo a la aprobación de la ley ha sido áspero, un todos contra el PP. “La nueva televisión será la reparación de una anomalía democrática”, ha dicho Antonio Montiel, de Podemos. “Del esperpento y la vergüenza que nos hizo pasar el PP pasamos a tener una de las leyes más avanzadas del mundo” sobre medios públicos, asegura Fran Ferri, de Compromís.
Estos dos partidos, con los socialistas, han impulsado la ley, ávidos de que la Comunidad Valenciana no sea el “único territorio en Europa con lengua propia y sin televisión”. Ciudadanos, finalmente, ha apoyado al gobierno del Botànic -la alianza PSOE-Compromís con el apoyo parlamentario de Podemos- aunque su voto favorable ha sido un sí crítico.
“Esta ley se ha hecho con prisa, precipitación y sin resolver el conflicto laboral con los trabajadores de la empresa cerrada. Queremos una nueva televisión, es necesaria, pero no a cualquier precio”, ha defendido Toni Subiela. El PP ha sido mucho más duro, aunque no ha votado en contra del proyecto.
Su portavoz en el asunto, Jorge Bellver, ha calificado la ley de “atolondrada, no consensuada y desenmascaradora” por no contar con informes técnicos y jurídicos, haber marginado a su partido durante la tramitación y no resolver -en contra de algunas promesas electorales- el problema de los extrabajadores que, precisamente, generó el PP con el cierre.
Tres canales e íntegramente en valenciano
La nueva televisión tendrá tres canales, será íntegramente en valenciano, apostará por ser el motor de la moribunda industria audiovisual valenciana y, en principio, tiene varios contrapesos para evitar que sea un instrumento de agitación y propaganda del gobierno de turno.