El sector editorial valenciano es uno de los más afectados tras la tromba de agua que colapsó a toda una ciudadanía aquel fatídico 29 de octubre. Y es que hay quienes sí hicieron caso a las alertas meteorológicas y prefirieron prevenir ante una catástrofe sin precedentes. Rafael Domínguez, director de la Plaça del Llibre, cuenta a este medio que “sabían que iba a llover mucho y que la gente no vendría, por lo que decidieron cancelar ese primer pistoletazo de salida previsto del 30 de noviembre al 3 de diciembre en el Jardí Botànic de la Universitat de València.
“La Universitat de València nos dio la razón”, explica Domínguez en relación a la cancelación del encuentro. En este sentido, el director de la Plaça del Llibre asegura que pudieron “afrontar” la situación con normalidad, sin embargo, tuvieron prevista otra fecha de apertura, pero que finalmente aplazaron por la “situación dramática” que se estaba viviendo. “La magnitud de la tragedia nos hizo parar durante el mes de noviembre, pero también es cierto que desde el sector cultural y la gente querían que se reactivara la actividad y retomar el día a día”, manifiesta.
El evento literario, coordinado por la Fundació FULL – Fundació pel Llibre i la Lectura, ha celebrado una primera toma de contacto tras la DANA en el municipio de Picassent. Ahora, tras finalizar con “éxito” la cita literaria en este término, desde la organización esperan reunir las mismas sensaciones en la capital del Túria. “El año pasado nos visitaron cerca de 18.000 personas”, subraya Domínguez, y añade que gracias al apoyo de la Universitat de València han podido cambiar la ubicación al claustro del Centro Cultural La Nau: “Queríamos un sitio donde no hiciese tanto frío y también venimos de u momento donde las sensibilidades están a flor de piel y buscábamos un sitio acogedor”.
Asimismo, el sector cultural valenciano les ha trasladado, por una parte, una situación de inseguridad y a la vez, su intención férrea de volver a reanudar la actividad. “Las editoriales valencianas han sufrido muchísmo. El gran almacén Gea Llibres fue arrasado completamente, y por lo tanto, todos los fondos editoriales valencianos que estaba allí ha desaparecido”, destaca. Igualmente, el director insiste en que hay que apoyar “como nunca” al sector editorial, del libro y los autores en valenciano a través de acciones que dinamizen este ámbito cultural y económico. Según una aproximación de la Associació d'Editorials del País Valencià, se estima que el 35% de las editoriales han sufrido daños por el fuerte temporal.
Actividades programadas y premios literarios
Durante los días 19, 20, 21 y 22 de diciembre, el Centre Cultural La Nau albergará distintas exposiciones de las 55 editoriales valencianas participantes y más de medio centenar de actividades programadas para todo tipo de públicos. En esta ocasión, el escaparate literario dedicará un espacio por los 40 años de Camacuc y uno del libro Renàixer del fang, cuyos escriptores valenciano destinarán esos fondos a las librerías afectadas.
“El propósito es que las editoriales puedan tener una exposición propia, y por otra parte, una general dedicada a las librerías. Mostramos libros, concretamente 3.000 que consideramos que deben representarse”, destaca Domínguez.
Además, el coordinador del festival tiene claro que el público objetivo de la Plaça del Llibre suele ser “bastante lector”, pero que eso no impide atraer a las personas que aún se resisten a explorar un libro: “Nuestra intención no solo es vender los libros, sino también que se lean”. A la pregunta de si cree que el evento ejerce de incentivo para impulsar económicamente el sector cultural después de la riada, Domínguez confía en que el “granito de arena” movilice la economía, pero confiesa que están “lejos de poder aportar un apoyo potente”.
Este año, los premios se dividen en distintas categorías: el Premio de Difusión es a la familia Andrés Lorente, quienes “han hecho una labor extraordinaria en la difusión del legado de Vicent Andrés Estelles”; el Premio a la Trayectoria Editorial para Dolores Pedrós, editora de ediciones 96, y el de trayectoria literaria a Ramón Guillem, poeta y activista cultural que falleció el pasado mes de septiembre.
“Me gustaría que hubiera una Plaça del llibre en València que pudiera compararse con la Setmana del Llibre en Català, pero aún queda mucho. Para ello, es fundamental el apoyo de la administración que, desgraciadamente, no hemos tenido en esos momentos, sentencia.