El arzobispo de Valencia defiende el matrimonio tradicional frente a “políticas irresponsables”

EFE

Valencia —

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha instado este sábado a “promover y defender el matrimonio único e indisoluble entre un hombre y una mujer” frente a “políticas irresponsable y suicidas, producto de las ideologías y cultura dominantes” que a su juicio “distorsionan a la familia”.

Cañizares -durante la misa con la que ha concluido el Día de la Familia convocado en la diócesis y rodeado de cientos de niños en torno al altar mayor de la Catedral de Valencia- ha insistido en que la familia “constituye un bien precioso, en la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer se basa también el futuro” y por ello, ha dicho, el matrimonio y la familia “requieren ser promovidos y defendidos no sólo por el Estado sino por toda la sociedad”.

Sin embargo, ha lamentado, “los estados incumplen con su responsabilidad de servicio al bien común cuando legislan contra la familia, y actúan irresponsablemente cuando desprotegen al matrimonio porque es ahí, en la familia, donde el ser humano encuentra su verdad”.

Además, ha advertido de que la familia “se ve hoy desnaturalizada por políticas y leyes que quiebran no sólo la voz de Dios sino el orden de la naturaleza”.

Así, ha recalcado que el matrimonio “único e indisoluble entre un hombre y una mujer, indudablemente no está de moda; todo el mundo se pliega a la dictadura de la moda, y lo que está de moda es tachar de conservador, atrasado e inmovilista el pensamiento de la Iglesia sobre la familia y el matrimonio, el verdadero y único entre un hombre y una mujer a imagen y semejanza de su creador”.

A su juicio, “esta dictadura de la moda ejerce un terror sobre las conciencias y las esclaviza” y considera que todo lo que sea “desvirtuar la familia es poner en peligro este futuro”.

Cañizares ha defendido que la “familia, basada en el matrimonio estable entre un hombre y una mujer, abierto a la vida recibida como don de Dios, es el único espacio que queda de humanización y el único espacio en el que el hombre puede formarse como tal”.

“Frente a supuestos modelos de familia alternativos que hoy se proponen, la Iglesia invita a las familias cristianas a ser signo luminoso del evangelio a vivir con gozo y alegría su condición de hombre y mujer, esposo y esposa, padre y madre, creadores de una nueva cultura familiar centrada en Cristo”.

Según ha indicado, para el “desarrollo equilibrado y sano de la personalidad, todo ser humano necesita desde el principio de su vida la confianza básica que sólo puede darle el clima afectivo de la familia, del padre y de la madre”.

Las familias “necesitan recobrar confianza en sí mismas” ante la “cultura e ideologías dominantes que, a través de medios de comunicación, moldean comportamientos y sensibilidades contrarias al modelo de familia”, ha afirmado.