Por primera vez desde hace dos legislaturas -era entonces alcaldesa la socialista Gloria Calero-, las populares cucañas marítimas del Puerto de Sagunto (Valencia) no han contado con la presencia de patos vivos -que tradicionalmente se lanzaban al mar en la dársena pesquera del puerto marítimo para que los cogieran los bañistas-.
En esta ocasión, los ánades han sido sustituidos por pelotas y patos de goma con premios, una controvertida decisión del actual equipo de gobierno liderado por el nacionalista Quico Fernández y compuesto por Compromís, Esquerra Unida y ADN Morvedre -la marca blanca de podemos en la ciudad-.
La decisión, justificada en las diferentes resoluciones judiciales y sanciones económicas por parte de la conselleria de Gobernación que le han sobrevenido al Consistorio saguntino tras las reiteradas denuncias del colectivo animalista Anpba, no ha estado exenta de polémica. La Federación de Peñas, encargada de organizar las fiestas patronales en el Puerto de Sagunto, se oponía a la decisión municipal y decidía boicotear el acto no organizando ni participando en las cucañas.
El equipo de gobierno municipal ha esgrimido informes jurídicos municipales -que apuntaban a que se podía incurrir en un delito de prevaricación tras las resoluciones judiciales de 2011 y 2012- para poner punto y final (por el momento) a esta polémica tradición.
Finalmente, la jornada -aunque con una participación considerablemente inferior a la de anteriores ediciones- ha transcurrido con absoluta normalidad y sin que se haya producido ningún tipo de incidente.