La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, sigue en entredicho. Y eso que hace apenas una semana recibía el apoyo explícito del President de la Generalitat, Alberto Fabra, quien posteriormente tuvo que aclarar que era por su embarazo para no poner en entredicho su 'línea roja' contra la corrupción, “no se pueden compatibilizar un escaño con el banquillo”. Lo que está claro es que el PP valenciano no tiene prisa para aclarar el futuro de Castedo en el partido, como diputada o como alcaldesa.
A Castedo, imputada por el caso Brugal, también se le ha relacionado con Gürtel, la gran trama de corrupción vinculada al PP valenciano, para cuyas campañas electorales de 2007 y 2008 habría 'conseguido' 3,5 millones de euros. Pues bien, el informe de la Agencia Tributaria remitido al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana considera a la alcaldesa de alicante, junto a otros responsables políticos populares, uno de los actores cuya “colaboración” fue “necesaria los delitos de defraudación tributaria” relacionados con Orange Market.
En cuanto a Brugal, el magistrado encargado del caso, Juan Climent, la mantiene encausada por presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y revelación de información privilegiada al actuar supuestamente en beneficio del empresario Enrique Ortiz en un 'pelotazo' urbanístico al facilitarle presuntamente información acerca del Plan General (PGOU) de la ciudad antes de su aprobación.
Petición de dimisión
Precisamente, tras conocerse también la presunta colaboración de Castedo con Gürtel, desde la oposición municipal volvían a exigir la dimisión de la primera edil, a quien acusaban de dejar la imagen de la ciudad por los suelos, al tiempo que ponen en duda el triunfo electoral del Partido Popular, encabezado entonces por Díaz Alperi -también imputado por Brugal-, en las elecciones de 2007.
Ésta no es la primera vez que la oposición municipal en Alicante pide la dimisión de Castedo. La última se producía hace apenas unos días, cuando los grupos de la oposición exigían la renuncia de la alcaldesa por dejar el Ayuntamiento al borde de la quiebra, tal y como recogían los informes de la Sindicatura de Comptes.