Socio fundador y presidente de APP informática. Empresario vocacional, es un apasionado de los avances de la tecnología digital. Completó los estudios de Informática en la Universidad Politécnica de Valencia y muy pronto, sin acabar el proyecto fin de carrera, tiene las primeras experiencias laborales. En Enero de 1994, con 25 años, consigue ilusionado crear su propia empresa, “APP informática”, junto con sus dos socios y amigos. En verano de 1999, gracias al éxito de las cinco primeras tiendas de informática y las posibilidades de Internet, comienza la expansión de la empresa utilizando el modelo de franquicia. Actualmente APP informática lidera el sector con más de 650 Tiendas distribuidas por todo el territorio nacional.
REVOLUCIÓN: Llegan las impresoras 3D
Las novedades tecnológicas realmente interesantes son las que son capaces de llegar a la calle. De hecho, los últimos cambios tecnológicos han dado un paso más. Nos han invadido.
Un ejemplo evidente son los “Smartphone”, pequeñas maravillas de la tecnología. Son teléfonos móviles pero además ordenadores de bolsillo con gran capacidad de proceso y comunicación digital. Todos sabemos cómo han cambiado la forma en la que nos relacionamos.
La primera versión del “Whatsapp” se creó en 2009. Pero el 21 de enero de 2014, Whatsapp batió la marca de 54 mil millones de mensajes circulando en un solo día. No me extraña nada. En las salas de espera, en el ascensor, en las colas, en el trabajo, en casa o en la calle, vemos a las personas ensimismadas mirando esa pantalla en la mano que tocamos con un dedo.
La tecnología avanza con rapidez y nos tiene preparadas un montón de sorpresas para los próximos años. ¿Cuál será la siguiente? Todo parece indicar que nuestros dispositivos van a tener una nueva compañía y que también llegará de forma rápida y masiva: ¡la impresora 3D!
Hoy es normal ver en nuestros hogares impresoras de tinta o laser para imprimir en papel nuestros documentos de texto, gráficos y fotos. Nadie, o casi nadie, tiene una “Impresora 3D”. Será curioso leer este escrito dentro de muy pocos años.
¿Qué es una impresora 3D?
Son impresoras capaces de crear objetos con volumen a partir de un modelo 3D diseñado o capturado por ordenador. A partir del modelo tridimensional, la impresora va añadiendo finas capas de material plástico, resinas u otros materiales, hasta generar el objeto con volumen.
El concepto es sencillo y al mismo tiempo es una gran revolución. Hay ciertas ideas que no son grandes por su significado sino por el enorme potencial que albergan. Desde cualquier rincón del mundo se puede escanear una persona u objeto, diseñar desde una pieza que necesitamos a una solución completa. Cualquiera que posea una impresora 3D podrá hacerlo realidad.
Nicholas Negroponte, fundador y director del MIT Media Lab (Laboratorio del Instituto Tecnológico de Massachusetts) es un prestigioso visionario del mundo digital. Ya en 1998 vislumbraba que, en un futuro próximo, muchos objetos cotidianos como juguetes, serían impresos bajo demanda, por intermediarios locales o los propios consumidores. Como muchas predicciones cuando lo expuso parecía una locura. Hoy ya es posible y muy pronto será una realidad para todos.
La firma de investigación de mercado Juniper Research, asegura que la venta de impresoras 3D para el mercado de consumo superará el millón de unidades anuales para 2018.
Nos enfrentamos a un nuevo concepto, quizás a la tercera revolución industrial. Lejos de la actual necesidad de rentabilizar grandes tiradas de productos iguales, poder imprimir el producto en el punto final, sin límite de personalización, reduce costes y convierte a los usuarios en la mayor fábrica distribuida del mundo.
Es imposible utilizar la “bola de cristal” para medir con exactitud cómo nos va a afectar. Pero la producción y comercialización de muchos sectores puede cambiar de forma radical. Mejor adaptarse cuanto antes y aprovechar las ventajas.
Aplicaciones increíbles:
En internet ya hay bancos de diseños 3D para “imprimir” tazas, cubiertos, pequeños juguetes, lámparas, zapatos e infinidad de objetos de uso cotidiano. El material más utilizado está siendo el plástico tipo “LEGO”, por su resistencia, facilidad para trabajarlo y pintarlo. Además se puede reciclar y reutilizar. Este plástico se denomina ABS pero no es único, cada vez se experimenta con una mayor variedad de materiales.
Solo es la punta del iceberg de las impresoras 3D. Las posibilidades son enormes porque la imaginación es ilimitada. Las noticias en los medios digitales ya se suceden con titulares precedidos de la palabra “Increíble”:
Se “imprimen” prótesis y exoesqueletos para discapacitados. Un estadounidense de 53 años, ha cambiado la prótesis de su mano izquierda que le costó más de 30.000 euros por otra más sencilla de plástico creada por una impresora 3D por un coste de sólo 36 euros y que funciona mejor que la anterior. El único inconveniente es el material plástico por ser más frágil. La ventaja es que puede mejorarla y volverla a imprimir siempre que lo necesite, por un coste muy reducido.
Una paciente holandesa se ha convertido en la primera persona en el mundo a la que se le ha sustituido el cráneo completo por una prótesis plástica obtenida a partir de una impresión en 3D. Al ser un modelo exacto, la adaptación ha sido perfecta. Ya se puede replicar un lado de la cara, o la mandíbula, así como otras partes de la anatomía. La nueva técnica está revolucionando el mundo de la cirugía reconstructiva.
La combinación de cámaras y escaners 3D con impresoras 3D nos abre infinidad de posibilidades. Partiendo de fotografías tridimensionales podemos replicar los monumentos más representativos. Cualquier tipo de pieza en casa o las piezas más difíciles de conseguir para coches antiguos. O replicarte a ti mismo convertido en un “Mini-Yo” de unos 20 cmts.
Nos gusta tener fotografías de nuestros familiares, amigos, de nosotros mismos, de nuestras mascotas, de nuestro artista preferido o del equipo de fútbol. Mucho mejor tener replicas perfectas con volumen en pequeñas figuras 3D en la estantería de casa. El resultado es un curioso regalo y las primeras experiencias empresariales no pueden ser más positivas. ¡Yo también quiero!
Una empresa China “Winsun” fabrica casas de 200 m2 en sólo 24 horas con grandes impresoras 3D. Como material utiliza una mezcla de cemento con fibra de vidrio. El precio por casa también es increíble, ¡4.000 euros! El cliente puede elegir el diseño que más le agrade o que mejor se adapte a su presupuesto y al día siguiente, ya la tiene. ¡Menuda revolución!
La empresa Natural Machines ha lanzado recientemente al mercado la primera impresora 3D de comida. La máquina se llama Foodini, permite preparar comida utilizando la tecnología de impresión en tres dimensiones. Puede dar cualquier forma a los alimentos que se “imprimen”, tanto dulces como salados, hamburguesas, pan, chocolate o pasta. El precio de esta impresora es de unos 1.000 Euros y no tardaremos en verla en restaurantes y en nuestros hogares, “como un electrodoméstico de gama alta”.
La NASA también está trabajando con prototipos similares de impresoras 3D de comida para la alimentación de los astronautas en las misiones espaciales de larga duración. Parece ciencia ficción, pero es real.
Y como en todo avance también existe el lado oscuro. En Japón un hombre ha sido detenido por fabricar armas con una impresora 3D. El joven de 27 años descargó esquemas de componentes de armas y fabricó pistolas letales en su casa. La policía empezó a investigar tras un vídeo subido a Internet.
Podemos intuir que los problemas de piratería que han sufrido los autores en el mundo de la literatura, la música y el cine también afectarán a los diseños 3D y las réplicas físicas de muchos productos. Debemos pensar de forma diferente porque las relaciones laborales en el mundo digital son muy distintas de las convencionales. ¡La fábrica está en casa!
La impresión 3D también cambiará la medicina. Ya es posible crear tejido biológico usando este tipo de tecnología. Imprimir modelos 3D utilizando como material células vivas. Nos esperan cambios que van mucho más lejos de lo que cualquiera podría imaginar.
“La impresión de materiales biológicos podría cambiar la forma como se hace medicina hoy en día, ya que se tendrían a disposición órganos artificiales que podrían reemplazar a los órganos originales que estén causando problemas”, dice Javier Muñoz, académico de la Escuela de Ingeniería en la Universidad de Talca.
Científicos de la Universidad de ciencia y tecnología de Huazhong han logrado fabricar con impresoras 3D mini riñones vivos. Son pequeños, pero funcionan exactamente igual que los riñones humanos, filtran toxinas, las metabolizan y realizan secreción de fluidos. También se consiguió lo mismo anteriormente con mini-higados. Aún está en fase de laboratorio pero ya es un hecho y la noticia no puede ser más sorprendente y esperanzadora.
Y eso no es todo. La tecnología desarrollada conjuntamente entre NEDO (New Energy and industrial Technology Development Organization), RIKEN, la Universidad de Tokyo y NEXT 21 K.K. es capaz de imprimir tejido óseo en 3D. Es para quedarse “impresionado”. La nueva impresora 3D puede imprimir huesos artificiales para ser usados como remplazo o reparación de lesiones fusionándose de forma natural al hueso original.
Es difícil paralizar el optimismo porque estamos viviendo cambios que pueden mejorar la vida de todos. Lo importante no es la máquina sino cómo afecta a las personas. No puedo evitar emocionarme cuando la tecnología aporta nuevas soluciones que dan esperanza a la gente.
Prepararse para el futuro también es una cuestión de mercado porque la impresión 3D supone cambios productivos y de comercialización muy significativos. Es indudable que los avances nos hacen más competitivos y nos abren nuevas puertas.
Los gobiernos deben incentivar la formación y la investigación, de forma decidida, para que las noticias positivas de este calado llenen las páginas de nuestros periódicos. ¿Por qué no?
Un saludo tridimensional
Las novedades tecnológicas realmente interesantes son las que son capaces de llegar a la calle. De hecho, los últimos cambios tecnológicos han dado un paso más. Nos han invadido.
Un ejemplo evidente son los “Smartphone”, pequeñas maravillas de la tecnología. Son teléfonos móviles pero además ordenadores de bolsillo con gran capacidad de proceso y comunicación digital. Todos sabemos cómo han cambiado la forma en la que nos relacionamos.