Los proyectos faraónicos vuelven a cobrar protagonismo en la Comunitat Valenciana. Muchos de ellos, presentados a bombo y platillo en la época de vacas gordas previa a la crisis, estuvieron vinculados a València y quedaron en meras maquetas o figuraciones virtuales. Las Torres de Calatrava, el Museo Fifa o Isla Luna, son claros ejemplos.
Otros, como la Ciudad de la Luz de Alicante o el Aeropuerto de Castellón, llegaron a ejecutarse, aunque con más pena que gloria y han acabado siendo agujeros negros para las arcas públicas.
Pese a todo, un nuevo macroproyecto ha sido presentado recientemente en Benidorm, la capital turística por excelencia de Alicante y toda la Comunitat.
En concreto, el pasado 19 de octubre ante más de 400 personas, entre ellas, el alcalde de la localidad, Toni Pérez (PP), o el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer (PSPV), uno de los empresarios más prestigiosos de la localidad alicantina, Antonio Manuel Puchades, dio a conocer su propuesta, consistente en la construcción de un teleférico sobre la Serra Gelada que culminaría con un mirador sobre su acantilado.
El proyecto preveía también un restaurante, que si bien figura en el vídeo promocional, no se mencionó en el acto de presentación.
Además, para dar acceso a los turistas hasta el teleférico, habría que ampliar el paseo marítimo de Levante hasta el último punto de la playa del Rincón de Loix, mediante una pasarela.
Sin embargo, el proyecto tiene pocos visos de salir adelante. Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente han asegurado a eldiario.es que, pese a que aún no han recibido el proyecto para su análisis detallado, por las primeras informaciones a las que han tenido acceso resulta “incompatible con las normativas que rugulan los usos de un parque natural”, en concreto, con el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Serra Gelada y con su Plan de Usos.
Al respecto, han añadido que “si incumple Plan de Ordenación tendrá un informe desfavorable, puesto que el proyecto chocaría de bruces contra la normativa del parque”.
A priori, un informe ambiental negativo de Medio Ambiente sería suficiente para frenar el teleférico, tal y como sucedió con el centro comercial Puerto Mediterráneo anunciado en Paterna (València), paralizado por este mismo motivo, pese a suponer una inversión de 860 millones de euros.
Se da la circunstancia de que Puchades cuenta con terrenos en la Serra Gelada en los que se llevaría a cabo la actuación, una circunstancia que sin embargo no implica que no deba cumplir la normativa del parque natural.
Los empresarios impulsores del teleférico justificaron el proyecto con un estudio de la Universidad de Alicante que concluiría que no exite impacto ambiental ni visual alguno. Además, defiendieron que sería una forma de integrar la Serra Gelada en el casco urbano de Benidorm y una manera de garantizar la accesibilidad al paraje para el disfrute de sus vistas a todas las personas.
Sin embargo, las diferentes entidades ecologistas ya han mostrado su rechazo frontal al proyecto. Desde Ecologistas en Acción consideran el proyecto inviable al colisionar con el Plan de Ordenación y el Plan de Usos y han mandado una carta a la Conselleria de Medio Ambiente en la que exigen que se les mantenga informado de los trámites administrativos, que se les haga llegar los informes de evaluación ambiental y que se haga llegar la normativa del parque al Ayuntamiento de Benidorm y a la Agencia Valenciana de Turismo.