Renovarse o morir. Este es el refrán que se podría aplicar actualmente a Valenbisi, el sistema de préstamo de bicicletas impulsado en 2010 por el Ayuntamiento de València mediante una concesión que se adjudicó a la empresa JCDecaux.
La compañía está estudiando mejoras e innovaciones en el servicio tras la irrupción del sistema de alquiler de motos de eléctricas Muving, que empezó a operar en la ciudad el año pasado, y especialmente tras el desembarco de la firma estadounidense Lime, que acaba de lanzar un servicio de alquiler de patinetes eléctricos a través de una aplicación móvil.
Al respecto, fuentes de Valenbisi han negado que las mejoras que estudian estén motivadas por la competencia de estas nuevas modalidades de transporte, sino que, según han explicado, tienen que ver con su interés en ofrecer al usuario el mejor servicio posible.
Las mismas fuentes han comentado que las mencionadas mejoras consistirían, por un lado, en poder reservar biciletas a través de la APP de la entidad (All Bikes Now), y por otro y mucho más complejo, en cambiar las actuales bicis por otras con un motor eléctrico de ayuda al pedaleo.
Al respecto, han explicado que las nuevas bicis contarían con la posibilidad de introducir una pequeña batería del tamaño de un teléfono móvil que debería costear el usuario de forma voluntaria (las bicis también podrían usarse sin batería).
“Estamos en conversaciones con el Ayuntamiento para analizar esta opción ya que supondría un coste elevado y modificar el actual contrato”, han afirmado.
En cuanto a la irrupción de las nuevas modalidades de transporte, han asegurado que todo lo que sea movilidad sostenible es positivo para la ciudad. Sin embargo, en el caso de los patinetes, han tasladado al Ayuntamiento su malestar al ocupar las bases de Valenbisi para su estacionamiento.
“Hasta el momento solo utilizaban nuestras estaciones como reclamo dejando los patinetes a continuación de nuestras bicis, pero este jueves en la calle Colón han dejado patines delante de las bornetas, que obstaculizan el anclaje de las bicicletas”, han lamentado.
Pese a que desde Valenbisi consideran que la competencia de estos nuevos sistemas de movilidad no debería perjudicarles, lo cierto es que han supuesto un enorme avance que ha dejado en evidencia a las bicis públicas.
Valenbisi supuso la distribución de 2.700 bicicletas en 250 bases ubicadas por toda la ciudad y en su momento, causó una revolución, llegando a alcanzar un pico máximo de 120.000 abonados.
Sin embargo, poco a poco ha ido perdiendo adeptos, hasta los 45.000 actuales, entre otras cosas, por el excesivo peso de los vehículos o por la falta de facilidades tecnológicas para su uso, así como de flexibilidad tarifaria.
Y es que, tanto las motos amarillas de Muving como los patinetes de Lime funcionan de forma sencilla con una amplicación móvil. Además, el usuario solo paga una tarifa el función del tiempo de uso.
En el caso de Valenbisi, actualmente el sistema cuenta con una APP (All Bikes Now) que únicamente indica la ubicación y disponibilidad de bicis en las diferentes bases. Sin embargo, para darse de alta en el servicio tan solo se puede recurrir a la web (www.valenbisi.es).
En cuanto a los abonos, solo hay dos opciones: uno anual (29,21 euros la tarifa genérica) con diferentes precios en función de la edad o situación del abonado, y una semanal (13,30 euros). A estas cantidades se añade una cuota adicional si se superan los 30 minutos de uso de la bici.
Demasiada rigidez para la nueva era de las teconologías, en una concesión, la de Valenbisi, a la que aún le quedan 10 años de servicio, con todas las innovaciones que se pueden experimentar en ellos. 10 años para renovarse o morir.