La concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, ha anunciado este jueves la reorganización de la Policía Local de València para “dar respuesta a las nuevas realidades de la ciudad, desde la proximidad y la prevención”.
De esta manera, ha anunciado la creación de la nueva Unidad de Convivencia y Seguridad (Ucos) que dependerá directamente de la Jefatura y contará con 110 agentes que trabajarán por la noche.
“Nuestra prioridad es dar respuesta a los problemas de convivencia que genera el ruido, el ocio nocturno o el botellón y reforzar los controles de alcoholemia y la seguridad”, ha explicado Menguzzato, quien ha puesto de manifiesto que la actualización de la estructura de la PLV está en línea con el desarrollo de la nueva Ordenanza de Convivencia.
El anuncio se ha producido días después de que la Federación de Vecinos denunciara la inexistencia de medidas para atajar el ruido, especialmente el derivado del ocio nocturno y la masificación de terrazas.
Menguzzato ha precisado que el objetivo es “completar el proceso de descentralización del cuerpo, reforzando la presencia policial en los barrios”.
Como resultado de este proceso, se crea la octava unidad de distrito, con sede en Molí del Sol (en el Parque de Cabecera), lo que “reduce el ámbito territorial de las unidades para aumentar la efectividad de respuesta”.
Dentro del proceso de descentralización, las funciones del cuerpo de GOES día serán asumidas por las unidades de distrito, mientras que las del GOES noche se adaptan a la nueva realidad y serán asumidas por la UCOS.
Además, el turno de noche se reforzará con 24 patrullas distribuidas en las ocho unidades de distrito. Menguzzato ha destacado que con esta actualización los agentes que trabajan por la noche se incrementan de 154 a 206.
Asimismo, ha precisado que la División de Tráfico se transformará en la División de Seguridad Vial, que integrará la Unidad de Control de Tráfico, compuesta por motoristas, agentes en bicicleta y radares, y la Unidad de Atestados, Transporte y Documentación.
Menguzzato ha adelantado que la próxima semana se firmará la orden para que entre en vigor esta restructuración, que se aplicará de manera gradual, respetando la conciliación y las vacaciones de los agentes.
“Por primera vez, el cambio se va llevar a cabo contando con la participación de los sindicatos y con total transparencia, para ofrecer la oportunidad a los y las agentes de elegir destino si así lo desean”, ha concluido.
Los vecinos piden un plan global contra el ruido
Al respecto, la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, a falta de conocer la efectividad de la medida y si la dotación policial será suficienta para atender las quejas vecinales, ha valorado positivamente la medida.
“Cualquier medida encaminada a mejorar la convivencia en los barrios es bienvenida”, ha comentado. Broseta ha agradecido el esfuerzo realizado por dar una respuesta “a un problema creciente que afecta a la salud de las persona”.
La dirigente vecinal ha añadido que solicitarán una reunión a la edil para conocer este dispositivo de primera mano: “Sabemos del déficit de plantilla que tiene la Policía Local y queremos saber de dónde salen los agentes de esta unidad, porque tampoco nos gustaría que mermaran un servicio muy importante como es la Policía de Barrio”.
Por otra parte, ha vuelto a solicitar al Ayuntamiento la convocatoria de la mesa del ruido en la que elabore un plan de choque global contra la contaminación acústica, con medidas coordinadas con entre todas las concejalías implicadas puesto que ha insistido en que “el problema del ruido no es únicamente responsabilidad de la Policía Local”.