La alcaldesa de València elude explicar cómo legalizará el hotel Sidi Saler que sus propios técnicos sitúan fuera de ordenación

“El edificio objeto de este informe, en base a su ubicación, su exceso de volumen y su clara incidencia medioambiental, es merecedor de ser encuadrado, de conformidad con las Normas Urbanísticas del PGOU de Valencia, en la situación de fuera de ordenación sustantivo”.

Uno de los informes de los servicios jurídicos municipales de Urbanismo del Ayuntamiento de València se pronuncia en estos términos en relación a la imposibilidad de otorgar licencia de obras y de actividades al hotel Sidi Saler para su remodelación y reapertura al estar ubicado en pleno Parque Natural de la Albufera. Tal y como informó este diario, otro escrito del servicio de la Devesa advierte entre otras cosas de que “la reapertura del hotel representaría una involución en la protección del Parque Natural que tendría un efecto duradero”.

Pese a que los técnicos municipales se han pronunciado en estos términos en un conflicto que además está judicializado, la alcaldesa de València del PP, María José Catalá, insistió este lunes en la reapertura del establecimiento.

Catalá, sin embargo, sigue sin concretar cómo se puede hacer compatible la actividad hotelera con el Parque Natural de la Albufera y preguntada por la fórmula para resolver con los técnicos la situación irregular del inmueble, se limitó a contestar: “Bueno, resolviéndolo con los técnicos, siempre hay vías”.

Catalá indicó que espera trabajar “de la mano” con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el futuro del antiguo hotel Sidi Saler, “pensando en lo que es mejor para el entorno” natural en el que se encuentra y en “lo que quieren los vecinos” de esa zona. La primera edil recordó que “si ese edificio puede ser algo, por la licencia que tiene, es hotel”.

“Un hotel sostenible es un hotel que es cuidadoso con el entorno en el que se encuentra”, dijo María José Catalá, que destacó que “no hay que olvidar que” está en “una zona de las más especiales de la ciudad de València” con “un alto nivel de protección paisajística”.

La primera edil añadió que esa es una idea que “desechó” el anterior gobierno municipal progresista, tras lo que ha asegurado que “el derribo no agrada a nadie”. “Nadie pide el derribo de ese hotel. Nadie lo pide, sobre todo los vecinos porque saben que un derribo sería muy lesivo para el entorno y muy lesivo para la zona”, dijo.

La situación administrativa del inmueble está judicializada tras denegar las licencias de obras y de actividad el anterior ejecutivo de Compromís y PSPV, por estar el edificio fuera de ordenación sustantiva, una decisión que recurrió en su día la propiedad, los fondos de inversión Divarian Propiedad SA y Coral Homes SL. Las mercantiles alegan que el edificio se encuentra fuera de ordenación en diferido, una calificación que sí le permitiría llevar a cabo intervenciones de reforma en el edificio.