Las personas que pasearon este martes por la Plaza del Ayuntamiento de València se encontraron con el sofá del salón de una casa que instaló Compromís para denunciar que los barrios de la ciudad se han convertido en una atracción turística más que está provocando la expulsión del vecindario y del comercio de proximidad.
Con carteles donde se podía leer “Vecindario en peligro de extinción” o “Vecindariográfico”, la instalación simuló cómo los barrios pueden acabar convirtiéndose en un parque temático para el turismo descontrolado. Esta nueva acción reivindicativa forma parte de la campaña que Compromís ha puesto en marcha con una web www.quenotetiren.com, que permite a la ciudadanía denunciar la existencia de apartamentos turísticos y obras irregulares. De hecho, la web ya ha registrado cerca de 2.000 denuncias vecinales correspondientes a apartamentos turísticos presuntamente ilegales y obras. Denuncias que Compromís está presentando en el registro municipal para que el Ayuntamiento active de forma urgente las inspecciones. Entre ellas también hay escritos por negocios de otros profesionales como abogados o dentistas en viviendas, promovidas por la patronal de alojamientos turísticos, que considera ilegales también esos negocios en bloques residenciales, como informó este diario.
La portavoz de Compromís per València Papi Robles aseguró que no podían quedarse de brazos cruzados “ante la grave situación que está sufriendo la ciudad debido al turismo descontrolado; una ciudad en la que la vivienda se ha convertido en un lujo para los valencianos y en un bien de especulación para los inversores del norte de Europa, donde los comercios y viviendas se convierten progresivamente en apartamentos turísticos”.
Robles criticó la complicidad de la alcaldesa, María José Catalá, que primero “votó en contra de una moratoria en el Pleno que después se ha visto obligada a aprobar, eso sí avisando previamente a los especuladores para que regularizaran de forma exprés los apartamentos que estaban construyendo de forma irregular”. Por eso, explicó Robles, “denunciamos que el vecindario de València nos estamos convirtiendo en una especie en peligro de extinción dentro de nuestra propia ciudad”.
Compromís y el PSPV critican el plan de vivienda del PP
La portavoz de la coalición valencianista Papi Robles criticó que “Catalá está yendo a rebufo para poner en marcha medidas, obligada por las quejas que se están multiplicando en los barrios”. Y para salvar la cara “o bien hace anuncios fake como el de su Plan de Vivienda o refritos de lo que ha heredado del gobierno de Joan Ribó como es el caso del Plan Especial de Ciutat Vella (PEC) donde la prohibición de nuevos apartamentos que ha anunciado es ni más ni menos menos que hacer permanente la limitación ya existente y que aprobó el Gobierno anterior” por lo tanto aseguró que “no hay nada nuevo”.
Robles recordó que “en Saïdia Catalá se vio obligada a paralizar la construcción de un bloque de apartamentos turísticos con piscina sin licencia la semana pasada después de que los vecinos y vecinas presentaran numerosas quejas, también a través de nuestra web y porque el barrio estaba encendido”.
Respecto al Plan de Vivienda anunciado por Catalá esta semana, la portavoz de Compromís lo ha calificado de “farsa”. Para Papi Robles “este plan es sólo un refrito de las políticas heredadas de Joan Ribó a las que ha puesto el logo del PP. Catalá no tiene más plan de vivienda que sacar a alquiler las 900 viviendas heredadas del Gobierno anterior”. Por contra, “el único anuncio que hace de cosecha propia la alcaldesa es que intercambiará solares por vivienda y eso nos pone en alerta y estaremos vigilantes de que no sea un rescate encubierto de promotoras urbanísticas que no logran vender sus inmuebles; un rescate y unas alianzas que nos recuerdan al viejo modelo del PP que instaló la corrupción a las instituciones”.
El portavoz adjunto del Grupo Municipal Socialista, Borja Sanjuán, denunció que el “plan fake de vivienda de Catalá tan sólo incorpora un 14% de vivienda nueva para los próximos años, ya que el 86% restante ya estaba o bien construida o bien en obras o bien adjudicada en mayo de 2023” y, por lo tanto, “forma parte del legado que le dejó el gobierno progresista. Es decir, que de las 1.000 viviendas que ha anunciado, tan solo se puede atribuir a su gestión 69”. Además, apuntó, contempla un proceso para entregar a las constructoras suelo municipal donde caben más de 400 viviendas públicas a cambio de que le ofrezcan al Ayuntamiento 75 cuando ya estén construidas.
En el plan de Catalá, indicó Sanjuán, se incluyen, por ejemplo, las 131 viviendas compradas con el derecho de tanteo y retracto con el gobierno progresista “que ya tienen como inquilinos a los afectados por los incendios de Campanar o algunas viviendas que ya estaban construidas en mayo de 2023 como las de Tapinería y que mantiene cerradas desde entonces sin que nadie puede vivir en ellas por puro capricho”.
El concejal socialista, en este sentido, alertó de la privatización de suelo público que pretende acometer el gobierno de Catalá y que provocará un ostensible descenso en la construcción de vivienda pública en los próximos años por parte de AUMSA. “Va a renunciar a ejecutar directamente vivienda pública y a nuevos proyectos porque no tiene dinero en caja. Y no tiene porque se lo ha dejado en los bolsillos de los grandes tenedores, que son los que están acaparando más vivienda en la ciudad”, incidió.