“Estoy muy mareado después de todo el follón del desahucio, lo ideal hubiera sido un piso con un alquiler asequible que pueda pagar, pero bueno por lo menos en el hostal me apaño”.
Así se manifestó Francisco Borrull, de 44 años, nada más acceder a la habitacion del hostal en el que a partir de ahora se alojará tras el desahucio que sufrió este miércoles de la vivienda que hacía años que ocupaba junto a un amigo en un edificio propiedad del Ayuntamiento de Gandía ubicado en el número 57 de la calle Perú.
Como ha informado elDiario.es, una resolución del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) conseguida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) solicitó la suspensión hasta que haya una alternativa habitacional.
Sin embargo fuentes de la PAH comentaron que “a las 9 de la mañana, miembros de la PAH Safor-Valldigna y otros colectivos de la ciudad, se personaron a las puertas del edificio de la calle Perú, número 57, de Gandia”. Francisco esperaba arriba, “después de muchas noches en vela, en un estado de ansiedad y mucha angustia, esperando que la movilización popular consiguiera parar el desahucio”.
“Todavía no he sacado mis cosas. Lo tengo todo en bolsas de basura, porque no puedo creerme que esto vaya a pasar de verdad”, explicó entre lágrimas. Desgraciadamente, minutos más tarde, y un poco antes de la hora marcada por la orden de desahucio emitida por los juzgados, la Comisión judicial se presentó ante la puerta de Francisco.
Las mismas fuentes informaron de que la orden de desahucio y la toma de posesión del inmueble fue ejecutada: “Francisco ha sido alojado hoy mismo en una pensión de la ciudad y permanecerá allí hasta que encuentro una alternativa habitacional real. Esto, que ha recibido el visto bueno verbal del consistorio, a través de su abogado (presente en esos momentos), ha quedado grabado en el acta de la secretaria judicial de los Juzgados de Gandia, a petición de la Plataforma, pero no existe ningún documento del Consistorio que lo recoja”.
La PAH Safor-Valldigna lamentó que se haya dejado en la calle a una persona vulnerable, “porque una pensión no es una solución habitacional”, afirman. La realidad es que Francisco se encuentra “con todas sus pertinencias en la calle, puesto que no podrá llevarlas a la pensión; toda una vida metida en bolsas de basura”.
La lucha de la PAH, junto con Francisco no acaba aquí: “Velaremos por el desempeño del compromiso verbal del Ayuntamiento y denunciaremos cada milímetro de nuevas vulneraciones de sus derechos fundamentales”.
Fuentes del Ayuntamiento de Gandia aseguraron que “desde el primer momento se ha buscado una solución” para Francisco y que “los servicios sociales están en contacto permanente con él como demuestra que se le ha ayudado a conseguir el ingreso mínimo vital, una ayuda que se ve complementada cada mes con la Renta Valenciana”.
Las mismas fuentes recordaron que “estas ayudas están supeditadas a la búsqueda de una alternativa habitacional y a la realización de cursos que le permiten formarse y encontrar un trabajo que haga posible superar la situación actual”.
“Durante esta semana los servicios sociales han ofrecido solución habitacional a esta persona. En estos momentos, exige también que se aporte una solución a la situación de otra persona, de la cual el Ayuntamiento desconoce la existencia o la situación. Los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gandia han vuelto a citar a la persona con el fin de buscar una alternativa en la situación siempre garantizando que no se quede en la calle”, aseguraron.