“Los Clubes de fútbol asumen un compromiso de destinar la inversión que reciben al impulso de su propio Plan de Desarrollo acordado con LaLiga, que incluirá las siguientes áreas principales: estrategia deportiva, infraestructura, desarrollo internacional, desarrollo de marca y producto, estrategia de comunicación, plan de innovación, tecnología y datos y plan de desarrollo de contenidos en plataformas digitales y redes sociales”.
Así se expresa el comunicado emitido este miércoles por La Liga de fútbol profesional en el que hace público un principio de acuerdo para la venta del 10% de sus derechos al fondo internacional CVC a cambio de inyectar 2.700 millones de euros en la competición y los clubes, lo que les permitirá “mantener intactas sus competencias deportivas y de organización y de gestión de la comercialización de los derechos audiovisuales”.
Los clubes deberán destinar los fondos a las áreas mencionadas y en el caso del Valencia CF obtendría según los primeras estimaciones del orden de 100 millones de euros, mientras al Levante UD le corresponderían unos 70 millones.
Entre ellas, en el caso del club valencianista el aspecto de la “infraestructura” encajaría a la perfección con la reactivación de las obras del nuevo estadio, paralizadas desde el año 2009 y con la Actuación Territorial Estratégica (ATE) estancada y con la segunda de sus fases al borde de caducar. De hecho, el 70% de los 100 millones debe destinarse a este concepto y a modernización digital.
La ATE es la operación urbanística firmada en el año 2015 entre la entidad deportiva y la Generalitat Valenciana para posibilitar el traslado del Mestalla de la avenida de Aragón a la de las Cortes Valencianas en un plazo de 10 años, es decir, hasta el año 2025.
A mediados de abril, el presidente del club por designación de Peter Lim como máximo accionista, Anil Murthy, solicitó una prórroga de cinco años para culminar el plan urbanístico, especialmente el nuevo estadio y el polideportivo de Benicalap, con el argumento principal de que la crisis provocada por la pandemia hacen económicamente inviable la venta del viejo Mestalla para finalizar el nuevo coliseo.
En las alegaciones que presentó recientemente la propiedad del Valencia CF a la Conselleria de Economía, tras descartar la prórroga por falta de garantías económicas, pero mantener la vigencia de la ATE hasta el año 2025 en aras de la seguridad jurídica, el club, que también responsabilizó al Ayuntamiento del estancamiento del plan, ahondó en los problemas derivados de la crisis económica.
“Resulta imposible poder presentar en estos momentos un proyecto económico sostenible financieramente para el Club que permita acometer las actuaciones previstas en la ATE en los plazos inicialmente contemplados en la misma, debido a la absoluta imposibilidad de obtener financiación bancaria necesaria para la construcción del Nuevo Estadio a raíz del contexto económico actual”, dice Meriton Holdings (empresa de Lim con la mayoría accionarial del club) en su escrito.
Un argumento que ahora se cae por su propio peso tras la inyección de 100 millones que recibirá por parte de La Liga. En este sentido, fuentes del Ayuntamiento de València, tras conocer esta novedad, han comentado a elDiario.es que esperan que estos ingresos extraordinarios sirvan “para que el club asuma los compromisos pendientes con la ciudad y avance de una forma decidida en el cumplimiento de los mismos”.