PP y Vox pierden una votación en su primer pleno como socios en València por ausentarse para almorzar

El recién estrenado bipartito del PP y de Vox al frente del Ayuntamiento de València no empezó con buen pie su andadura en su primer pleno como socios de gobierno.

La sesión se celebró este martes en la sede de la Diputación de València al estar en obras el hemiciclo municipal y las siete horas de duración ininterrumpidas que duró les jugó una mala pasada a los concejales y concejalas de derechas y de extrema derecha liderados por la alcaldesa del PP, María José Catalá.

Hacia las 15.00 horas del mediodía se debatió una moción presentada por el PSPV para exigir que se tenga en cuenta el estudio de la Universidad Politécnica de València a la hora de implantar la zona de bajas emisiones que el PP pretende esquivar, ya que días atrás anunció que solo aplicaría sanciones si la contaminación supera los umbrales permitidos.

En ese momento, siete de los 17 ediles con que cuentan el PP y de Vox (13 los populares y 4 los ultras), entre ellos la alcaldesa y los cuatro de extrema derecha al completo, se ausentaron del debate para coger fuerzas en una sala contigua donde se sirve un almuerzo. Es habitual que los concejales y concejalas acudan a esta sala en cada pleno, pero normalmente lo hacen de forma muy escalonada y rápida para no perderse las votaciones, ya que las sesiones no se pueden parar y se deben de desarrollar de forma ininterrumpida.

De esta forma, cuando la concejala socialista proponente de la moción, María Pérez, se percató de la ausencia de gran parte de los ediles del PP y de Vox (también se ausentó alguno de Compromís), renunció a su segundo turno de palabra, solicitando que se procediera directamente a la votación de la moción que salió a delante con 12 votos del Compromís y del PSPV por los 11 del PP y de Vox

La situación generó un alud de reacciones y de chistes en las redes sociales en las que algún usuario bautizó al bipartito como 'el pacto del canapé'.

Como recoge el texto del PSPV-PSOE se acordó “asumir los resultados de las investigaciones del Grupo de Investigación de Tecnologías de la Información contra el Cambio Climático (ICTvsCC) de la Universitat Politécnica de València, así como del proyecto AirLuisa, para la toma de decisiones en el diseño de la Zona de Bajas Emisiones de València y de sus ordenanzas, por su rigor científico y por alcanzar los 600 los puntos de medida frente a los 6 del Ayuntamiento”.

Igualmente, se aprobó “definir y determinar las características de una Zona de Bajas Emisiones de València acorde con la realidad de contaminación de la ciudad y los objetivos de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética y del Real Decreto 1052/2022, de 27 de diciembre, que mejore de manera efectiva la calidad del aire actual y mitigue el cambio climático”.