En su afán por revertir los avances en cuanto a peatonalizaciones implementadas por el anterior equipo de gobierno de Compromís y el PSPV, ejecutadas además siguiendo las directrices del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado en 2013 por el ejecutivo de Rita Barberá, la corporación dirigida ahora por el PP y por Vox volverá a llenar de autobuses la plaza del Ayuntamiento de València. Y todo ello para poder hacer efectiva la eliminación de uno de los dos carriles bus en la calle de Colón, priorizando de nuevo el transporte privado, y para reducir los trasbordos en el intercambiador de la Porta de la Mar.
Así se desprende de los cambios en siete líneas (4, 11, 16, 26, 31, 32, 70) de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) anunciados este miércoles por la alcaldesa de València, María José Catalá, acompañada por el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, y el gerente de la EMT, Manuel Martínez.
Según explicaron, los cambios se llevarán a cabo en diciembre, una vez finalicen las obras de saneamiento que se están ejecutando en la calle de San Vicente, entre las plazas del Ayuntamiento y de la Reina.
Así, la calle de Colón por la que ahora circulan hasta nueve líneas se quedará con seis (8, 10, 28, 40, 71 y 81) y las grandes damnificadas serán la calle de la Paz, que pasará de las cuatro líneas actuales a tener nueve (C1, 4, 6, 11, 16, 26, 31, 32, y 70) y el eje de la calle de Sant Vicent y la mitad norte de la plaza del Ayuntamiento por la que hasta ahora solo discurría la C1 pasará a contar con cinco líneas (C1, 4, 11, 31, 32 y 70), lo que según Compromís implicará el paso de unos 600 autobuses al día.
Con esta decisión, además, queda descartada la peatonalización completa del itinerario entre la plaza de la Reina, calle de San Vicente y plaza del Ayuntamiento reivindicada por el despacho de arquitectos de Miguel del Rey, vencedor del concurso de ideas para remodelar todo el enclave.
“La reordenación de las líneas de la EMT por el centro de la ciudad, aparte de cubrir las necesidades de comunicación con el corazón de Valencia, ampliamente constatadas en los tres últimos años, tiene como objetivos fundamentales la conexión directa con la plaza del Ayuntamiento, la ampliación del servicio hacia el Mercado Central y la recuperación de antiguas relaciones directas con todo el centro histórico”, subrayó la alcaldesa. Además de ampliar el área de influencia de la EMT, Catalá afirmó que se reducen los transbordos y los tiempos de viaje, y se reequilibran los recorridos que se diferencian y se complementan con los que ofrece Metrovalencia.
En la misma línea que siguen estos cambios, se crea además un nuevo servicio directo entre la Estación Joaquín Sorolla y el litoral valenciano, con el objetivo de beneficiar el turismo valenciano y las necesidades de conexiones fluidas con las playas. Para ello, la línea 31, tras circular por la plaza del Ayuntamiento continuará hasta dicha estación, desde donde reiniciará el regreso hacia el frente marítimo.
Críticas de Compromís y PSPV
Los dos grupos de la oposición en el Ayuntamiento de València, Compromís y PSPV, temen que los cambios en las líneas de autobús de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de la ciudad afecten a la peatonalización del centro.
“Hoy es un día terrible porque de cumplirse la amenaza anunciada por Catalá y su equipo, asistimos a la destrucción de una de las mejoras más celebradas por los valencianos en las últimas décadas, la pacificación y peatonalización del centro de València con la única finalidad de cumplir la promesa/ocurrencia de María José Catalá de devolver el tráfico privado a la calle de Colón”, dijo el edil de Compromís Giuseppe Grezzi.
Grezzi criticó la “incoherencia de la alcaldesa”. “Cuando peatonalizamos la plaza del Ayuntamiento pedía que no hubiera ni un carril para autobuses en ella y ahora añade el paso de no menos de 600 autobuses al día a los que ya circulan”, ha expuesto, a la vez que ha considerado que ese enclave “volverá a funcionar como estación de autobuses, al volver a regular en ella dos líneas”.
“El anuncio de Catalá no ha venido acompañado de ningún informe técnico que avale que las medidas vayan a bajar el tráfico, porque van a tener precisamente el efecto contrario”, añadió el concejal de Compromís, que aseveró que evidencia también que “la preocupación” de la alcaldesa “por los bienes de interés cultural (BIC) era falsa” porque “no ha reducido el paso de autobuses por Poeta Querol y en cambio suma el paso de más de 600 junto a la fachada de la Real Parroquia de San Martín Obispo y San Antonio Abad”.
Desde el PSPV, su portavoz, Sandra Gómez, lamentó que “desde que Catalá llegó al Ayuntamiento ha priorizado al vehículo privado sobre el transporte público y ha descartado diferentes proyectos de peatonalización y renaturalización de avenidas como Pérez Galdós, San Agustín y la avenida del Oeste o el Corredor Verde porque su proyecto de movilidad pivota alrededor del coche y la contaminación”.
“Por eso, nos preguntamos si tras esta modificación de líneas va a esconder un retroceso en la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento”, dijo.
La rebaja del Bonobús se mantendrá si el Gobierno prorroga las bonificaciones
El Consejo de Administración de EMT Valencia aprobó este miércoles un presupuesto de 151’8 millones para el año 2024, el mayor de su historia. También se ha aprobado otra partida para inversiones durante el mismo año, de 42, 5 millones, que permitirá a la compañía finalizar los proyectos europeos Next Generation y seguir avanzando en la renovación de flota y electrificación de las cocheras como proyectos relevantes. En total 194 millones.
El aumento presupuestario ha sido posible gracias al incremento de la aportación inicial del ayuntamiento que pasa de 76,4 millones en el último año de la anterior legislatura a los 86,4 de ahora, más otros 3 para acelerar el capítulo de inversiones. Una dotación con la que se pretende fortalecer a la Empresa Municipal de Transportes para que siga creciendo con solvencia y se convierta en la máxima referencia de la movilidad pública y sostenible en Valencia.
Del presupuesto de 151’8 millones para el funcionamiento habitual de la compañía, 86,4 millones proceden por tanto del Ayuntamiento. El resto, 48,9, son de ingresos por usuarios, a lo que se añaden otros 16,5 millones por otros ingresos como la publicidad.
El Consejo de Administración también ha aprobado las tarifas para el 2024, que volverán a los precios previos a la pandemia, lo que supone que el Bonobús pasará de 4,25 euros a 8,50 euros. Todo ello a la espera de que el Gobierno central decida si prorroga las actuales bonificaciones al sector del transporte, lo que abarataría un 50% las tarifas, tal y como ha venido ocurriendo durante los últimos meses.