La alcaldesa de València, María José Catalá, trazó este miércoles la hoja de ruta prevista para que el Valencia CF finalice por fin el nuevo estadio de la avenida de las Cortes Valencianas, cuyas obras están paralizadas desde febrero de 2009.
En su intervención como ponente en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea, Catalá aseguró que la licencia para reiniciar los trabajos estará lista en el primer trimestre del presente año y que una vez el club arranque las obras y estén en una fase avanzada, se negociará el convenio urbanístico que desbloquearía los activos inmobiliarios del club. El convenio incluirá un cronograma con unos plazos de ejecución que de no cumplirse, acarreará unas sanciones cuya cuantía deberá de quedar previamente avalada. Además, establecerá el detalle de las vías por las que el club obtendrá la financiación.
No obstante, para llegar a este escenario hay un paso antes que puede ser clave para desbloquear todo el proceso y que dependerá de la aritmética política del pleno del Ayuntamiento. Se trata de las fichas urbanísticas que garantizan jurídicamente al Valencia CF la recuperación de la propiedad de los activos inmobiliarios que perdió cuando el Gobierno valenciano caducó la actuación territorial estratégica (ATE), una caducidad que Meriton (empresa de Peter Lim propietaria de la mayoría accionarial) llevó a los tribunales.
El trámite de aprobación del mencionado documento urbanístico se inició de forma consensuada con el club a principios del pasado año, con Compromís y el PSPV en el Gobierno municipal. Como avanzó elDiario,es, finalizado el proceso de exposición pública y presentación de alegaciones sin que se hayan modificado los parámetros urbanísticos, las fichas que luego se incorporarán al convenio se llevarán al pleno para su aprobación una vez se le otorguen al Valencia CF las licencias.
De este modo, el PP necesitará el apoyo de Compromís o del PSPV para sacar adelante las fichas urbanísticas, puesto que Vox, consultado por este diario al respecto, mantiene su negativa a apoyar cualquier decisión que implique dar facilidades a Lim.
Hasta ahora, el Valencia CF siempre ha puesto como condición para reiniciar las obras sin tener el convenio firmado dos cosas: la obtención de la licencia y la aprobación de las fichas urbanísticas. ¿Significa esto que si el PP no logra sacarlas adelante el Valencia CF no empezará los trabajos? Preguntadas al respecto fuentes oficiales del club, se mostraron cautas al afirmar que se irá viendo cada situación en cada momento y que el camino a seguir es el que ha marcado Catalá.
Por su parte, sobre la posibilidad de apoyar la aprobación de las fichas urbanísticas fuentes de Compromís comentaron a este diario que tienen que “ver y estudiar las fichas primero, pero si van en contra de los intereses de la ciudad, como todo hace índica, Compromís votará en contra”.
Desde el PSPV argumentaron: “Las fichas tienen que venir acompañadas de unas condiciones sobre qué significa cumplir con las obligaciones por parte de Meriton. El PSPV-PSOE no va a ceder a las pretensiones de Peter Lim de obtener rebajas, cumplimiento por etapas o derechos urbanísticos sin haber concluido el estadio en su totalidad o aportado una garantía que cubra el coste total de acabar el estadio con las condiciones que se comprometieron con la ciudad”.
Los socialistas añadieron que “rebajar esas condiciones no se puede justificar con iniciar unas obras que ya se iniciaron en otros momentos y se pararon; precisamente lo peor que ocurrió en el proceso de venta fue no aplicar garantías y dejar a la confianza en Meriton que atenderían los compromisos, algo que evidentemente no ocurrió” y recordaron que “María José Català, que era la consellera de deportes de la venta del club, no puede volver a pretender que se repita esa chapuza”.
Detalle de las fichas urbanísticas
El Ayuntamiento de València, entonces dirigido por el alcalde Joan Ribó y por la vicealcaldesa Sandra Gómez, alcanzó un acuerdo con el Valencia CF para la aprobación y tramitación de las fichas urbanísticas que se llevarán al pleno.
Según el documento, el club se compromete a abonar al Ayuntamiento 9,8 millones de euros para la construcción del polideportivo de Benicalap, cuyas obras ejecutará de forma directa el Consistorio. Una vez ingrese la cuantía, la administración liberará los 41.700 metros cuadrados de suelo terciario (oficinas, restauración o comercio) que el club tiene concedidos en dos torres junto al nuevo estadio para que pueda venderlo y obtener recursos, en principio, unos 30 millones de euros si se rubrica el principio de acuerdo con Atitlan.
El siguiente paso será el reinicio de las obras del nuevo estadio, para lo que la entidad valencianista ya dispone de 80 millones procedentes del fondo de inversión CVC y otras líneas de crédito procedentes fundamentalmente de Caixabank (15 millones) y Rights and Media Funding Limited (15 millones). Sin embargo, no podrá vender el suelo terciario del que dispone en el viejo Mestalla, principalmente 15.000 metros cuadrados que pasan de estar en el subsuelo a estar a superficie y otra parcela de 14.000 metros, ni tampoco los 75.900 metros cuadrados de residencial, hasta que finalice el nuevo estadio en las condiciones acordadas.