El Ayuntamiento de València está en disposición de aprobar las fichas urbanísticas del nuevo y del viejo estadio del Valencia CF, un documento clave ya que en la práctica blinda legalmente los activos inmobiliarios del club que quedaron en un limbo jurídico tras la caducidad de la actuación territorial estratégica (ATE).
De esta forma, el club podrá disponer de los aprovechamientos siempre y cuando cumpla con las condiciones que establecen las fichas, es decir, que abone el pabellón deportivo de Benicalap y que finalice el coliseo de la avenida de las Cortes Valencianas.
Y es que, la Concejalía de Urbanismo tiene finalizado el informe de contestación de las alegaciones que se presentaron a las mencionadas fichas en el plazo de su exposición pública que fue del 12 de mayo al 13 de julio. En este periodo, según la documentación recabada por el elDiario.es, se presentaron 17 alegaciones por parte de seis entidades o particulares. De ellas se han admitido de forma total o parcial tres alegaciones, pero basadas en cuestiones técnicas que no afectan ni a los beneficios urbanísticos del club ni a las condiciones que debe cumplir para obtenerlos.
En virtud de una de las alegaciones que se acepta se puntualiza mejor el redactado sobre las alturas de edificación en función de si su uso dominante es terciario o mixto de residencial con terciario; en el segundo caso, se acepta pedir un informe al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital al afectar el planeamiento a la instalación o explotación de las redes públicas de comunicaciones electrónicas; y la tercera alegación hace referencia a una errata que se corrige.
Así, una vez finalizado el llamado informe de contestación de alegaciones de la Modificación del Plan de Actuación Territorial Estratégica (ATE) Valencia CF en los ámbitos estratégicos de cualificación urbana Zona A, Antiguo Mestalla, y Zona B, Corts Valencianes, el Ayuntamiento tiene ya vía libre para aprobar las fichas urbanísticas en comisión de urbanismo primero y en el pleno municipal después. Aunque a preguntas de elDiario.es desde Urbanismo no han dado una fecha para la aprobación de las fichas, lo normal es que si no se aprueban este mes de noviembre, se lleven a aprobación en diciembre.
Precisamente, este es uno de los aspectos que el Valencia CF reclama como necesarios para poder reiniciar las obras del nuevo estadio en el primer semestre del año que viene tal y como refleja la carta de intenciones remitida por el club a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para confirmar la candidatura de la ciudad a ser sede del Mundial de 2030.
Según la misiva firmada por la presidenta Layhoon y publicada de forma íntegra por el programa 'Sin Ataduras' de Radio Marca Valencia, “sujeto a la efectiva recepción de la licencia de obras y de la aprobación de los instrumentos de planeamiento afectos a la parcela donde se ubica el nuevo Mestalla (plan ATE), se estima que el Valencia CF estará en disposición de empezar las obras en un periodo de seis meses”.
Por lo tanto, añade el documento, “en el supuesto que en los próximos tres meses se obtuviera la confirmación de la licencia y la aprobación del plan ATE, el nuevo Mestalla conforme al proyecto de fase I presentado podría encontrarse en situación de ser inaugurado en agosto de 2026 o agosto de 2027, en función de la fecha de aprobación de los anteriores documentos”.
Fuentes del Valencia CF han confirmado a este diario que cuando la carta alude al plan ATE se está refiriendo a la aprobación de las fichas urbanísticas que son las que regulan todo lo relacionado con el planeamiento, y no al convenio al que se incorporarán las fichas y que incluye otros detalles como las condiciones de uso compartido del nuevo estadio. Tal y como anunció el Ayuntamiento, el convenio se negociará una vez las obras hayan arrancado, salvo que el máximo accionista del club, Peter Lim, dé un giro al guión y diga lo contrario.
Los datos de las fichas urbanísticas
El Ayuntamiento de València, entonces dirigido por el alcalde Joan Ribó y por la vicealcaldesa Sandra Gómez, alcanzó un acuerdo con el Valencia CF para la aprobación y tramitación de las fichas urbanísticas.
En virtud del acuerdo, el club se compromete a abonar al Ayuntamiento 9,8 millones de euros para la construcción del polideportivo de Benicalap, cuyas obras ejecutará de forma directa el Consistorio. Una vez ingrese la cuantía, la administración liberará los 41.700 metros cuadrados de suelo terciario (oficinas, restauración o comercio) que el club tiene concedidos en dos torres junto al nuevo estadio para que pueda venderlo y obtener recursos, en principio, unos 30 millones de euros si se rubrica el principio de acuerdo con Atitlan.
El siguiente paso será el reinicio de las obras del nuevo estadio, para lo que la entidad valencianista ya dispone de 80 millones procedentes del fondo de inversión CVC y otras líneas de crédito procedentes fundamentalmente de Caixabank (15 millones) y Rights and Media Funding Limited (15 millones). Sin embargo, no podrá vender el suelo terciario del que dispone en el viejo Mestalla, principalmente 15.000 metros cuadrados que pasan de estar en el subsuelo a estar a superficie y otra parcela de 14.000 metros, ni tampoco los 75.900 metros cuadrados de residencial, hasta que finalice el nuevo estadio en las condiciones acordadas.