Rita Barberá, alcaldesa honoraria con los votos de la derecha que renegó de ella y dos causas por corrupción pendientes
“Estoy rota. Todo es injusto, desproporcionado e inhumano”. Ese era el estado de ánimo de Rita Barberá poco después de pedirle el partido que lo abandonara cuando el Tribunal Supremo acababa de imputarla en la causa del pitufeo, días antes de su fallecimiento el pasado 23 de noviembre de 2016. La entonces senadora y exalcaldesa de Valencia lo escribió en un mensaje que envió a finales de septiembre a Carlos Herrera, según reveló el periodista de la Cope.
Barberá se vio obligada el 14 de septiembre del mismo año a darse de baja del partido en cuya fundación participó y siguió con su labor de senadora en el grupo mixto, una decisión a la que empujaron sus propios compañeros de formación y que como reveló en su mensaje la sumió en un tremendo dolor.
“No es ejemplar mantenerse en el escaño exclusivamente para disfrutar de una posición de aforamiento”, dijo sobre la situación de Barberá el entonces vicesecretario sectorial del PP, Javier Maroto.
Un día más tarde, el 15 de septiembre, las Corts Valencianes aprobaron por unanimidad, incluidos los diputados del Partido Popular, entre los que se encontraban la actual alcaldesa, María José Catalá, y la actual concejala María José Ferrer San Segundo, una resolución por medio de la cual exigían a Rita Barberá que renunciara al acta de senadora autonómica “para salvaguardar la dignidad de la representación de los valencianos”.
La misma Catalá impulsó este martes en el pleno municipal el nombramiento de Barberá como alcaldesa honoraria, iniciativa que quedó aprobada con los únicos votos del PP y de Vox, mientras que el PSPV y Compromís votaron en contra.
Aunque la investigación del pitufeo por la que el Tribunal Supremo imputó a Barberá ya quedó archivada, siguen vigentes el caso Azud en el que su cuñado, el letrado José María Corbín, es uno de los principales investigados, y la pieza A del caso Taula, cuyo juicio arranca en enero.
Como informó este diario, en el primero de los casos las anotaciones de los regalos navideños de Acciona a cargos públicos del PP han permitido a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil vincular los productos de lujo con los que fue obsequiada la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá con los pagos de la empresa por supuestos trabajos ficticios al abogado Diego Elum, que abonó dos tercios del dinero al cuñado de la primera edil popular.
En la segunda causa se investiga la presunta financiación en B de las campañas del PP de Rita Barberá en 2007 y 2011. En el banquillo de los acusados se sentarán Alfonso Grau, exvicealcalde de Valencia, y María del Carmen García-Fuster, ex secretaria del grupo municipal popular.
Críticas de la oposición
La portavoz adjunta de Compromís en el Ayuntamiento de València, Papi Robles, defendió sobre la propuesta del Partido Popular de nombrar a Rita Barberá como alcaldesa honoraria, que es una “hipocresía” del PP y dijo que existe una “falta de conveniencia en el momento de su presentación”. Robles comentó que “hoy tratamos un punto en el que la ciudad es lo que menos importa porque lo que importa es que el Partido Popular expie sus pecados a expensas del honor y la dignidad de València”.
“La pena y la soledad con la que la señora Barberà se marchó rodeada de causas judiciales que hoy siguen abiertas fue la de haber sido abandonada por su partido y, concretamente, por la señora María José Catalá e Isabel Bonig, que firmaron en las Corts Valencianes para su expulsión del Partido Popular”, afirmó contundente Robles.
La portavoz del PSPV-PSOE, Sandra Gómez, manifestó que “parece que la conciencia aprieta bien al PP” y aseguró que el pleno no se debe usar “para lavar la conciencia de nadie”. Gómez afirmó que “no se está valorando la gestión ni los aciertos o errores de quienes han pasado por la Alcaldía de la ciudad” y apuntó que la cuestión es determinar si “es oportuno hacer Alcaldesa Honoraria a una persona” en torno a la cual hay “causas abiertas ante la justicia” y asuntos relacionados con “corrupción”.
“¿Puede ser nombrada Alcaldesa Honoraria una alcaldesa que pudo ser condenada por corrupción? Esa es la pregunta. Desde mi punto de vista, un no tajante”, expuso la socialista, que añadió que si no hubiera fallecido Barberá “hoy estaría investigada”. “Cuando una persona falta se le respeta, pero no se le santifica. Hoy le están faltando el respeto a su memoria”, dijo al PP.
València alcanzó “cotas de relieve internacional”
El nombramiento de Barberá como Alcaldesa Honoraria pretende reconocer que durante sus 24 años al frente del Ayuntamiento llevo a la ciudad “a cotas de relieve internacional y de bienestar urbano no conocidas ni antes ni después de su mandato”. “Hoy reconocemos la labor de una extraordinaria mujer uniendo para siempre su nombre al de València. Hoy concedemos a Rita Barberá la máxima distinción de esta ciudad”, defendió el portavoz del PP, Juan Carlos Caballero.
Así, aseguró que se subraya “el papel de Rita Barberá, que fue diputada autonómica en Les Corts desde la primera legislatura hasta 2015, presidenta de la FEMP, senadora y alcaldesa de València durante 24 años”. “Fue este y no otro el cargo más importante que ostentó en su vida, su vocación más plena. Pudo ser muchas más cosas, pero ella siempre dijo que no porque València siempre fue el principio y el fin de sus aspiraciones políticas”, concluyó Caballero.
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