València cede el testigo a Guimarães como Capital Verde Europea de 2026, mientras como ya era conocido, Vilna, capital lituana, lo será en 2025. La ciudad portuguesa ha sido designada con este reconocimiento en un acto protocolario que tuvo lugar este miércoles en el Palacio de la Exposición de València, presidido por la alcaldesa, María José Catalá, junto al director general adjunto de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Patrick Child, que contó con la presencia también de la concejala de Innovación, Paula Llobet, y numerosos miembros de la corporación. Catalá felicitó a la ciudad elegida, a la que animó a continuar impulsando el camino de la sostenibilidad y el desarrollo equilibrado de los países.
Un camino que no se puede decir que haya sido una prioridad para València en su año con la distinción lograda durante la etapa de Joan Ribó (Compromís) al frente del Ayuntamiento, con el apoyo del PSPV. El actual equipo de Gobierno municipal del PP y de Vox nunca lo han acogido con especial entusiasmo, especialmente los segundos.
Los populares se han limitado a cumplir con el expediente con una serie de actos y conferencias oficiales y han tratado de aprovechar la capitalidad para captar turismo. El partido de extrema derecha directamente no se cree nada que tenga ver con la sostenibilidad, si bien es cierto que su aportación ha sido la más mediática (y ridícula) del año con el concejal responsable de Devesa-Albufera de Vox, José Gosálbez, como protagonista.
El edil ultra afirmó en febrero en una conferencia internacional sobre humedales —organizada con motivo de la capitalidad— que el problema de la Albufera “no es el cambio climático, alarmismo climático o religión climática” y que “ese discurso de la burbuja climática no ha servido más que de señuelo ideológico y de derroche de dinero público”. “Un discurso el del cambio climático del que ya se han descolgado un buen número de científicos, y algunos de ellos premios Nobel”, dijo ante la incredulidad de muchos de los asistentes, algunos de los cuales abandonaron la jornada.
En cuanto a proyectos que queden para la ciudad como legado de la capitalidad verde, lejos de avanzar en las políticas de sostenibilidad emprendidas en los últimos años que posibilitaron que València alcanzara este reconocimiento, se ha revertido o modificado proyectos de renaturalización que implicaban espacios más verdes, más peatonales y, por lo tanto, más habitables. Por poner dos ejemplos, se han modificado los proyectos de renaturalización de las avenidas de Pérez Galdós y Giorgeta, renunciando a la eliminación del túnel, y se ha cambiado el corredor verde peatonal proyectado en superficie una vez se soterren los accesos ferroviarios en el sur de la ciudad por una avenida ajardinada convencional, con dos carriles por sentido para tráfico motorizado.
La apuesta de Catalá por la ampliación del Puerto o su empecinamiento por reabrir el hotel Sidi Saler, en pleno corazón del Parque Natural de la Albufera, en contra del criterio de los técnicos municipales e incluso de una sentencia judicial, son otras muestras de que esta València del PP y de Vox ha ostentado una capital verde europea 'fantasma'.
Catalá destaca la iniciativa para que la Albufera sea reserva de la Biosfera
La alcaldesa de València, María José Catalá, inició un discurso que, vistos los hechos y las políticas del año de la capitalidad, se cae por su propio peso. Así, subrayó la realidad del cambio climático: “La crisis climática es un hecho –ha afirmado-, los fenómenos extremos no son una amenaza lejana, sino una realidad que estamos sufriendo y que afecta a nuestra vida cotidiana, común a muchos puntos del planeta, pero cuyo impacto en la cuenca mediterránea es especialmente grave y urgente”.
Por ello, continuó Catalá, “en este contexto, la Capitalidad Verde Europea de València adquiere sentido y relevancia”. “Sobre este legado y con ese espíritu, iniciamos ahora una tarea si cabe aún mayor: la reconstrucción” y destacó los tres ejes que la ciudad debe conjugar para ello: “sostenibilidad, seguridad y crecimiento”.
Tal como argumentó la primera edila, estos tres ejes se concretan en tres acciones principales: abordar las infraestructuras hidráulicas y de prevención necesarias ante episodios como el vivido el pasado 29 de octubre; la recuperación y reactivación de la economía, generando los mecanismos y fortalezas suficientes de cara a posibles afectaciones futuras; y la protección del patrimonio natural, con especial atención a l’Albufera. “Lo que hemos vivido debe servir como palanca para alcanzar una solución definitiva para l’Albufera –ha defendido Catalá-. Su declaración como Reserva de la Biosfera es, hoy más que nunca, una necesidad y un símbolo”.
“Como única Capital Verde de la cuenca mediterránea, tenemos la obligación de ser guía en las adaptaciones que vamos a necesitar las ciudades mediterráneas, para garantizar a la vez seguridad, desarrollo y sostenibilidad”, concluyó la alcaldesa, quien expuso que “la reconstrucción tras la Dana es una oportunidad para reforzar el proyecto europeo, construir puentes entre Europa y los ciudadanos, que se sientan parte activa de un proyecto real solidario, próximo, seguro y sensible hacia las personas; una oportunidad de demostrar que Europa está con los ciudadanos y no solo para ellos, y que sus políticas son respuestas concretas a nuestros problemas reales”.
Plantón de Compromís y críticas del PSPV
La portavoz municipal de Compromís, papi Robles, anunció su ausencia en el acto de este miércoles: “Desde Compromís ya lo hemos dejado claro en muchas ocasiones. No participaremos en actos como el de la capitalidad verde de hoy. Y no lo haremos porque lo que no queremos es blanquear a María José Català, que quiere hacer creer que está tomando medidas para proteger el medio ambiente. Pero la realidad es bien distinta. De hecho, lo que está haciendo con sus acciones es ir completamente en dirección contraria. Elimina carriles bici, da más espacio al coche, y ahora tiene la Albufera arrasada y no quiere dedicar ni un solo euro más para recuperarla. Y todo esto lo hace en pleno año de la capitalidad verde”.
Robles añadió que mientras tanto, lo que hace la alcaldesa es mantener “un gobierno con los negacionistas del cambio climático de Vox” y aseguró que si realmente quiere apostar por la capitalidad verde, “lo primero que debe hacer Català es romper con Vox y dedicar recursos económicos para recuperar la Albufera”.
El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Borja Sanjuan, advirtió de que València va “a entregar el testigo como capital verde europea como si nunca lo hubiera recogido porque el evento ha pasado por nuestra ciudad sin pena ni gloria” y añadió: “Nadie sabría enumerar un solo proyecto o actuación vinculada a la capitalidad que vaya a quedar como legado. La ciudad que ha sufrido una DANA no ha sido capaz de presentar ni un solo proyecto que ayude a combatir el cambio climático”.
Según Sanjuan, cuando València obtuvo el privilegio de ser capital verde europea, se logró porque había un proyecto “para transformar Valencia, para adaptarla al cambio climático y para hacerla una ciudad más habitable”, y enumeró proyectos como la renaturalización de la plaza del Ayuntamiento, la transformación de Guillem de Castro en un bulevar Cultural, Pérez Galdós, el corredor verde de los barrios del sur, Ausiàs March y la avenida del Puerto o el entorno de la Marina, entre otros.
Finalmente, recordó que los socialistas han denunciado ante la Fiscalía 32 contratos menores del acto de presentación que se celebró el pasado 11 de enero en el Palau de la Música y recordó que su formación alertó sobre la artimaña del PP para hinchar las supuestas inversiones vinculadas a la capitalidad europea con partidas dedicadas a polideportivos, a la banda de música o hasta a la celebración del Día del Orgullo que nada tienen que ver con el galardón.