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Vecinos del barrio valenciano de Benimaclet rechazan una residencia de estudiantes junto al cementerio y la huerta de Vera

Una nueva residencia de estudiantes de unas 600 plazas que implicará la construcción de ocho edificios en plena huerta de Vera, entre el cementerio de Benimaclet y la actual autovía V-21, en el espacio que ocupa una antigua fábrica de leche, ahora en estado de ruina.

Este es el proyecto al que se opone la Asociación Vecinal de Benimaclet, tras tener constancia que el Ayuntamiento de València ha remitido a la Generalitat Valenciana el expediente de modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbano (PGOU) que tiene por objeto el cambio de uso dominante del suelo para que pase de industrial a residencial comunitario.

Al respecto, fuentes de la Concejalía de Desarrollo Urbano han explicado que la delegación tan solo se limita a trasladar a las consellerias competentes de la Generalitat el trámite del cambio de uso del suelo.

Además, han recordado que se trata de un suelo industrial que no se catalogó como protegido dentro del Plan de Acción Territorial (PAT) de l'Horta y que es de propiedad privada, por lo que cualquier reversión pasaría por una indemnización a la propiedad.

En concreto se trata del solar situado en la calle Alquería de Serra, 131, y según la entidad vecinal está a expensas de que la Conselleria de Emergència Climática le dé el visto bueno si el cambio de uso y el proyecto cumplen la normativa ambiental.

“Esta modificación es el primer paso de un proceso que, si no se pone remedio, acabará autorizando la construcción de una residencia de estudiantes con una edificabilidad de 19.000 metros cuadrados”, explican desde la organización vecinal.

Las mismas fuentes aseguran que el expediente entró en la Generalitat el pasado mas de noviembre: “El proyecto lo promueve Momentum Real Estate, que representa los intereses de HMC-Europa Real Estate, un fondo de capital riesgo norteamericano”, explican.

Además, denuncian que la compañía pretende conseguir la aprobación del expediente “obviando la consulta pública”.

La entidad vecinal considera este hecho “gravísimo”, puesto que “ignora la propuesta al respecto del proceso participativo 'Benimaclet es Futuro'; un documento fruto de un proceso promovido por el mismo Ayuntamiento y aprobado sin ningún voto en contra en el pleno municipal celebrado el 26 de abril del 2018, en el cual se propone que la parcela en cuestión pase a ser catalogada como suelo no urbanizable protegido”.

Incluso, en el mismo documento 'Benimaclet es Futuro' aseguran que se sugiere una alternativa: acogerse a la filosofía del Plan de Acción Territorial (PAT) de l'Horta cuando habla de las zonas de recuperación de huerta.

“Se trata de terrenos en suelo no urbanizable, con construcciones en situación de ruina, donde se permitirá la consolidación de las edificaciones si al menos 2/3 de los terrenos se recuperan para su uso agrícola. Esta solución permitiría establecer un uso diferente del industrial, como es el dotacional, en un tercio de la superficie de los terrenos”, afirma la asociación.

Además, aseguran que tiene la ventaja de que también permitiría recuperar los restos actuales, puesto que tienen cierto valor para ser un buen ejemplo de arquitectura industrial moderna.

En todo caso, consideran que la catalogación de la parcela (entonces ocupada por la central lechera El Prado) como urbana de uso industrial en el PGOU de 1988 fue un “grave error”.

Dado que es una isla en medio de terrenos clasificados como suelo no urbanizable protegido y junto a la Alquería de Serra y el cementerio (ambos Bienes de Relevancia Local), “la opción más lógica habría sido dejarla fuera de ordenación; así volvería a ser agrícola una vez cesada la actividad. Esta opción era la única compatible con la protección del paisaje de l'Horta Nord puesto que cualquier construcción en esa zona provoca un importantísimo impacto visual”.

La organización vecinal lamenta que además, “lo más irritante del nuevo proyecto es que, como coartada, se incluye la rehabilitación de la Alquería de Serra, que albergaría oficinas de la residencia de estudiantes y centro de exposiciones y de interpretación de l'Horta: interpretación de un entorno de incalculable valor que se está destruyendo inexorablemente año tras año, palmo a palmo”.

La asociación recuerda que en el último medio siglo l'Horta metropolitana de València se ha visto reducida en un 40%.