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Tres víctimas célebres del fin de la renta antigua en Valencia

El fin de la renta antigua decretado por el gobierno –la libertad para fijar el coste de los alquileres hasta ahora congelados por debajo del precio de mercado tras haber sido pactados antes de 1985- amenaza con cambiar la fisonomía de muchas ciudades, al menos el aspecto de algunas de sus calles comerciales.

No hay cifras oficiales, pero según algunas organizaciones de trabajadores autónomos, ATA y UPTA, entre 9.000 y 20.000 comercios de la Comunitat Valenciana están amenazados por la liberalización de precios. Ahora, pagaban alquileres lejos de lo que el propietario podía obtener por su local. En muchos casos se han renegociado los precios, en otros, los locales han bajado la persiana. Estas son algunas –tres, concretamente- de las víctimas de la nueva situación.

Líbano, el extraño bar de la Calle Colón

En la calle Colón, la avenida más comercial de Valencia, llamaba la atención el Bar Líbano, un establecimiento a la vieja usanza con 55 años de historia que resistía rodeado de tiendas de cadenas de ropa, grandes almacenes u otras ofertas de marcas de, casi siempre, reconocimiento internacional. El local ha sido comprado por dos de los dueños de Porcelanosa, el gigante de la cerámica. El gerente del local, tras negociar sin éxito un alquiler que hiciera viable el negocio, puso fin a décadas de vida con una escueta nota. «Señores clientes, después de 55 años cerramos el próximo sábado 10 de enero. Les agradecemos su fidelidad y el cariño con el que nos han tratado siempre. Gracias por su comprensión».

El Siglo, el fin de una horchatería centenaria

El 31 de diciembre, con puntualidad prusiana, cerraba un testigo mudo de la vida de Valencia: la horchatería El Siglo. Estaba ubicada junto a la Iglesia de Santa Catalina, muy cerca de la plaza de la Reina, uno de los emplazamientos más caros de la ciudad. La jubilación de los propietarios, la venta de la finca y la actualización de los alquileres acabaron con este establecimiento fundado en 1836 y tan frecuentado por los vecinos de la ciudad como por turistas.

Farinetti, a otra casa con más de 100 años

Luis Farinetti fundó en 1897 una empresa de relieves y grabados que, hasta ahora, estaba en otra calle emblemática, La Paz, muy cerca de El Siglo y también de Líbano, en el centro de la ciudad. En su caso, la dificultad de hacer viable el negocio con un alquiler mucho más caro que el anterior, forzaron la mudanza. Quién quiera planchas artísticas, punzones, sellos en seco o placas rotuladas deberá visitar su nuevo establecimiento. Al menos, está muy cercano al anterior.