La alcaldesa de Valencia era ya consciente en la noche del domingo de la debacle electoral que había sufrido en las elecciones municipales, donde pese a mantenerse el PP -por un escaso margen- como fuerza más votada, Rita Barberá tiene casi imposible mantener la alcaldía, que más que probablemente conseguirá el candidato de Compromís Joan Ribó, que con nueve concejales se convierte en la segunda fuerza más votada del Consistorio.
Así, Barberá recibió los resultados con la expresión “¡Qué hostia!... ¡qué hostia!”, que dijo al abrazarse con el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana y exconseller de Gobernación, Serafín Castellano.