La Generalitat Valenciana, gobernada por el PP, no solo asumió 1,3 millones de la deuda pendiente de la Fundación V Encuentro Mundial de la Familia, como se informó en abril de 2014, cuando se inició la liquidación de la entidad creada por el Gobierno valenciano, la Diputación, el Ayuntamiento y el Arzobispado para organizar la visita a Valencia en 2006 del papa Bendicto XVI. Según revela la Sindicatura de Comptes en su informe de fiscalización, “la baja de la fundación ha representado el reconocimiento en las pérdidas del ejercicio 2014 de los 2,0 millones de euros que figuraban activados en la cuenta 250”. Se trata de una cuenta destinada a inversiones financieras permanentes en capital y patrimonio.
El Consell que presidía Alberto Fabra acordó en abril de 2014 una modificación de crédito para asumir 1,3 millones de euros de las deudas pendientes de la fundación, que impedían su liquidación, y se informó de que el Arzobispado tendría que asumir otros 1,2 millones mientras que los otros dos patronos, Diputación y Ayuntamiento, habrían satisfecho la deuda en servicios prestados con anterioridad. La Sindicatura de Comptes indica en su informe que unos meses después, el 6 de octubre de 2014, se resolvió inscribir la baja en el registro de fundaciones, “indicando que no existe remanente tras la liquidación”.
El órgano fiscalizador de la Generalitat advierte ahora de que “en el expediente de asiento realizado no existe informe alguno sobre la comprobación de los estados financieros de la liquidación” y añade que la operación implicó el reconocimiento de dos millones en pérdidas.
¿Cuánto costó la visita del Papa? Fue una de las preguntas que marcaron el periodo de Francisco Camps, y después de Alberto Fabra, en la presidencia de la Generalitat. Organizada como una auténtica apoteosis del poder del PP, supuso un derroche del que nunca se dieron explicaciones. Solo al levantarse el secreto del sumario de la pieza cuatro del caso Gürtel, que investiga precisamente los excesos en la organización de aquella visita impulsada por el propio Camps y su entonces consejero Juan Cotino, se supo que al presupuesto de más de 22 millones de euros se cargaron gastos como 2,6 millones en la instalación de urinarios móviles o 3,5 millones en mochilas para los peregrinos.
A esos gastos hay que añadir, entre otros, los 7,4 millones que Canal 9 pagó por las pantallas gigantes y la sonorización de la visita del pontífice, una cantidad de la que detrajo la trama Gürtel, a través de una empresa pantalla, la constructora leonesa Teconsa, comisiones ilegales que representaron prácticamente la mitad de esa cifra.